Rubi, tenemos un problema
El Espanyol cayó este domingo derrotado ante el Betis en el RCDE Stadium. El equipo perico llegaba a la cita con urgencias debido a la acumulación de derrotas en las que estaba inmerso, pero no sólo no pudo frenar la dinámica, sino que ésta se vio finalmente acrecentada en un partido en el que vio cómo su rival le remontaba.
Y es que Rubi tiene motivos para preocuparse. El equipo ha perdido la solidez defensiva que le caracterizaba al comienzo del campeonato y que, por ejemplo, llevó a Mario Hermoso a la selección española. Son ya cinco derrotas consecutivas y la friolera de 15 goles en contra en esos cinco encuentros, unos datos que, si no lo han hecho ya, deberían hacer saltar las alarmas en el conjunto barcelonés.
Ante el Betis, el equipo de Rubi sabía que no iba a ser dominador de la pelota, pero, tras esperar su momento y adelantarse en el marcador, cometió errores que costaron caro -tres goles para ser concretos-.
Si Adrià Pedrosa volvió a dar muestras de que es un futbolista apto para ser asiduo en el primer equipo, Roberto Rosales dejó más dudas que certezas. En la jugada del gol del empate bético, tanto él como David López salieron de sitio y dejaron una autopista a sus espaldas que aprovechó con inteligencia Sergio Canales.
También pecó de ímpetu en la presión Víctor Sánchez, que acudió a raudo a la presión sobre Joaquín, y tras ser superado por el portuense, lo paró en falta. Un libre directo que daría origen al gol de la remontada verdiblanca y un fallo de concentración que haría el puntuar prácticamente misión imposible.
De nuevo David López, en el tercer gol, intentando anticiparse a Lo Celso, le puso las cosas más fáciles al Betis.
Si poco afortunados estuvieron en estas acciones los futbolistas mencionados, poco también pareció que lo estuvo Rubi desde el banquillo cuando decidió sustituir a su referencia arriba, Borja Iglesias, por Hernán Pérez. A no ser que su cambio obedeciese a una lesión, difícil de comprender resulta que tu futbolista más determinante abandone el campo cuando tu equipo está teniendo sus mejores minutos en el partido.
A fin de cuentas, tras un inicio fulgurante, Rubi parece haberse quedado sin ideas y mientras el equipo no para de perder y encajar muchos goles. La sangría hay que cortarla antes de que la ilusión se torne en vuelta a la rutina y despedida de objetivos más ambiciosos. Y para verlo todo de nuevo de un color algo más rosáceo, para terminar 2018, habrá que, la próxima semana, visitar el Wanda Metropolitano. Desde luego que sí, que tenemos un problema.