Es Noticia

Un gesto a la altura de una final: el homenaje de la RFEF en la figura de una enfermera malagueña

Cristina, con la pequeña Daniela, su marido y Rubiales (Foto: RFEF).
F.N.

La final de la Copa de la Reina, que se disputó este sábado en La Rosaleda con victoria para el Barcelona, volvió a poner el foco futbolístico nacional en el coso de Martiricos, acostumbrado en los últimos tiempos a albergar citas de primer nivel. FC Barcelona y EDF Logroño batallaron por el título de la pasada temporada, ya que la final tuvo que ser pospuesta por culpa de la pandemia. Y es ahí, en la lucha contra el maldito coronavirus, es donde la RFEF ha hecho un punto y aparte para homenajear a todos los que luchan y han luchado contra la COVID-19 y, por supuesto, a las víctimas que ha dejado. Todo en la figura de la enfermera malagueña Cristina García, que dio a luz estando en coma por el virus y que entregó el trofeo al equipo ganador.

Su historia alumbra de esperanza. Estando embarazada de 27 semanas contrajo el coronavirus, cuando todavía no se había decretado el estado de alarma. Los problemas respiratorios derivados de la enfermedad hicieron que quedara ingresada en el Materno de Málaga, donde estuvo ocho días en coma por una neumonía bilateral. Durante ese tiempo, concretamente el 15 de marzo del año pasado, los médicos decidieron practicarle una cesárea pensando en la vida de su hija, Daniela, que pesó poco más de un kilo y se convirtió en la primera prematura a nivel mundial de madre con coronavirus. "Tuve que aprender a andar porque quería entrar en la UVI a conocerla a ella andando. Sentir sus manitas, olerla... eso fue un momento que no se me olvidará en la vida.", recuerda Cristina.

Ahora, madre e hija gozan de una fantástica salud y, de hecho, desde el pasado octubre Cristina vuelve a batallar como enfermera en primera línea. Una historia que la RFEF quiso encumbrar como homenaje a la lucha contra la pandemia y por ello decidió que Cristina, acompañada de Luis Rubiales, entregara el trofeo de campeón de la Copa de la Reina en La Rosaleda. "Es un honor, un orgullo y una satisfacción de poder entregar ese premio. No me lo podría creer cuando me llamaron", dice Cristina, cuyo mejor trofeo puede tomar cada día en brazos y se llama Daniela.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar