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El talón de Aquiles del Málaga está en la espalda

F. Navajas

El Málaga CF regresó de su gira por Aragón con más problemas que soluciones, sólo un punto por encima del colista y tras una actuación muy ramplona en Huesca. Volvió, además, tras recibir cuatro goles en dos partidos -sólo sumaba seis hasta La Romareda-, aunque en El Alcoraz, si los de Míchel están atinados, el asunto podría haber terminado en goleada. Sin mordiente arriba, sin fútbol en el medio y con grietas importantes en defensa. Mikel Rico, jugador con más de 200 partidos en Primera y cuyo análisis no puede ser baladí, dibujó en pocas palabras el gran error en la zaga malaguista que se ha repetido ya en cuatro de los 10 goles recibidos.

Mikel Rico: "No suelo asistir, pero habíamos hablado toda la semana que en banda había que centrar por delante, que les costaba un poquito y habían recibido varios goles así"

"No suelo asistir, pero habíamos hablado toda la semana que en banda había que centrar por delante, que les costaba un poquito y habían recibido varios goles así", señaló el mediocentro a los medios del club oscense. Y no le falta razón al exjugador del Athletic Club. En poco más de 72 horas, la historia se repitió. En Zaragoza fue Guti el que aprovechó un servicio desde el costado izquierdo, raso y tenso, al que no encontraron respuesta ni Lombán ni Juankar, ambos descolgados. En Huesca, el mismo servicio pero desde la derecha lo remató Pulido casi sin oposición. Se puede hablar ya de mal endémico.

Y puede hacerse porque ante el Rayo ocurrió lo mismo. Desde la izquierda, por a la espalda de los centrales y con otro despiste en la marca. Embarba, más listo, embocó en las barbas de Munir. Tanto este gol como el de Guti en Zaragoza hicieron más daño si cabe, ya que el Málaga disponía de ventaja en el luminoso. Aún más doloroso fue el recibido en La Romareda, nada más sacar del centro el bando local después del tanto de Lombán que sonaba a triunfo.

Aún hay más, y para eso nos vamos hasta la derrota en Albacete. Cierto es que en la jugada del único tanto del partido, Fuster se cuela por un costado, prácticamente para dar el pase de la muerte. Lo que ocurre es que esa asistencia vuelve a ir entre la zaga y el portero. El boquete está ahí y ya le ha costado al Málaga el 40% de los tantos que lleva en contra. Si arriba no hay pólvora y atrás los errores se repiten, mal asunto.

Los cuatro goles en los que el Málaga perdió la marca a la espalda.

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  1. Pado

    Lo que hay es falta de eggs ¿o es que se están vendiendo?