Arrasate y Munir vuelven a cruzarse

Tienen una historia peculiar Munir y Jagoba Arrasate. El portero del Málaga y el entrenador del Osasuna se reencuentran este lunes en La Rosaleda de nuevo. Ambos pasaron tres temporadas juntos en el Numancia, que espoleó sus carreras. Una relación entrenador-futbolista que pasó por muchos vaivenes, de la plena confianza a casi el ostracismo. Dejaron Soria camino de Málaga y Pamplona, respectivamente, luchando ahora cada uno en una trinchera contraria por el ascenso.

El marroquí llegó a Los Pajaritos en la temporada 2014/2015 desde el Melilla, el club de su ciudad natal. Tuvo protagonismo, que aumentaría un verano después con el aterrizaje del vasco al banquillo. 35 partidos bajo palos y más de 3.000 minutos en el campo para el meta, que perdería unos meses después su condición de titular indiscutible. En la 2016/17 se quedaría en 13 choques disputados, producto del ascenso de Aitor Fernández, también imprescindible en el excelente curso pasado. El arquero malaguista disputaría entonces la Copa del Rey, donde eliminaría al conjunto de Martiricos, y un partido liguero. Con Muñiz vuelve a ser pieza esencial.

No asumió bien Munir su suplencia con continuidad, incluso tuvo alguna declaración altisonante en contra del entrenador. El meta añoraba los minutos que antes tenía. También para no perder cartel con su selección, con la que fue titular en el pasado Mundial a pesar de venir de un curso gris. Pese a los altibajos, Arrasate avaló este verano su fichaje por el Málaga. "Es un tío cercano, de hacer vestuario. En el día a día es meticuloso, quiere mejorar, es un gran profesional", decía el preparador, que piropeaba la actitud del internacional marroquí.