Es Noticia

Un transatlántico en aguas revueltas

Robin Lod celebra un gol con Carlos Carmona (Foto: LaLiga).
Jesús M. Noguera

No pierde pendiente el calendario del Málaga. Los de Juan Ramón Muñiz, que vuelve al lugar donde creció, pican billete este domingo en un campo histórico de España, El Molinón (18:00, Movistar Partidazo). En la tierra de la sidra, la fabada y el cachopo espera un Sporting de Gijón en el que bajan las aguas revueltas. Un inicio con tribulaciones, los puestos privilegiados a alguna milla y un entrenador en el alambre. Al otro lado, un club de Martiricos con varios pilares en la Costa del Sol, aunque sí estará Blanco Leschuk, y con anhelo de reválida. Un partido sin red para Rubén Baraja.

El técnico vallisoletano, que dirigió el primer entrenamiento de la semana en El Viso, fue ratificado hace unos días. Su presencia cada jornada en el banquillo rojiblanco ha pasado a ser una cuestión de supervivencia. De momento, tiene pulso. “Mi nivel de confianza en Baraja es de diez. No me gusta el verbo rectificar y tampoco la de ultimátum. No hablo de periodos de confianza. Hablo del trabajo repercutido en resultados. Yo creo en más que los resultados y en un cuerpo técnico muy capacitado", aseguró Miguel Torrecilla, director deportivo del conjunto de Mareo.

La realidad es que el ambiente en Gijón anda bastante crispado. El feeling de la grada, de las más numerosas de la categoría de plata, no es bueno con el entrenador. La fractura es patente, de hecho, la afición pide la promoción de José Alberto, que cosecha grandes resultados con el filial asturiano. Esta compleja situación tiene su génesis en la recta final del curso anterior, donde el Sporting enlazó cuatro derrotas en cinco triunfos y se desvaneció la posibilidad de ascenso directo. Antes Baraja había resucitado a la entidad en un contexto similar al actual. Las paradojas del fútbol. Una cuesta abajo que tocaría fondo con la eliminación en la primera ronda del play off de promoción con el Valladolid, que acabó pegando un brinco a LaLiga Santander.

Un comienzo liguero dubitativo tiene a la entidad en el decimotercer puesto de la clasificación con 14 puntos. El Málaga tiene 25 unidades. La situación se explica con una simple apreciación. El camino de Segunda B está más cerca que la élite nacional. De los proyectos rutilantes, junto con el del Zaragoza, son los únicos que desfilan por las catacumbas. Un rendimiento que contrasta con el de la Copa del Rey, donde no exhibe sensaciones grandilocuentes, pero va superando cribas. La semana pasada le ganó al Éibar en El Molinón con aparente facilidad.

Álvaro Jiménez, que estuvo muy cerca del Málaga, con el Sporting (Foto: LaLiga Santander).

Uno de sus problemas radica en las áreas, en una curiosa relación con el gol. Diego Mariño encaja poco. Nueve veces recogió el balón de su portería. Pese a su dinámica colectiva, es de los equipos más fiables en defensa. Los de Muñiz, uno de los cerrojos de la categoría, sufrieron sólo un tanto más en contra. El lunar está al otro lado del terreno de juego. Sólo celebró en diez ocasiones, uno de los ratios más bajos de LaLiga 1|2|3. El progreso ahí es muy amplio.

La nueva plantilla, con importantes cambios, no termina de tomar la salida. Arrancó con potencia, se detuvo y no consigue recuperar el ritmo. El cuadro gijonés perdió a figuras de máxima relevancia en el pasado reciente. Jordi Calavera, Bergantiños, Rubén García, Sergio Álvarez o Moi Gómez. La mayoría de ellos dieron un paso más en su carrera o están en clubes potentes de la categoría. Mención especial dos que son propiedad del Málaga, Michael Santos y Jony Rodríguez. El de Cangas de Narcea es una de las sensaciones del primer escalón y es pieza esencial para Abelardo en un Alavés espléndido.

Su lugar lo ocuparon algunos futbolistas que aún están por testar, pero que llegan con buen cartel. Robin Lod, Blackman, André Sousa, Cofi o Djurdjevic, la gran apuesta de Torrecilla procedente del Olympiacos. El fichaje más caro en la historia del Sporting, 2.5 millones de euros más variables. La confianza en el delantero es muy alta. Aún no vio puerta en liga. Otro jugador de talento que llegó es Álvaro Jiménez, que llegó a pasar el reconocimiento médico en La Rosaleda, pero que tomó camino a Gijón. El cordobés no podía ser inscrito porque el cinturón del límite salarial de LaLiga Santander y decidió tomar otro destino.

Por nombres y entidad del club parece que más pronto que tarde el equipo despertará de este letargo. Se desconoce si con Rubén Baraja en la banda o si esa mejoría llegará a tiempo. Los malagueños que espolearon a un Osasuna en una situación con puntos en común, parecen el rival idóneo para que el Sporting de Gijón emerja. No cabe duda que para los locales el del domingo será un partido trascendente en su devenir.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar