El Málaga de la paciencia
Dos de dos. Seis puntos de seis en juego. Es la conclusión más importante que se puede sacar de la trabajada victoria del Málaga ante el Alcorcón en su estreno en La Rosaleda (1-0). Un triunfo cocido a fuego lento y ejecutado con un gran testarazo de Blanco Leschuk (en vídeo aquí) , que se estrena como goleador. El equipo dirigido volvió a demostrar solidez. En ataque siguen faltando cosas, es muy pronto. Pero sabe a lo que juega y sólo con eso ya tiene mucho ganado en esta categoría que Muñiz demuestra conocer a la perfección. Por fin se llevó un alegrón la parroquia malaguista tras el infinito sufrimiento de la pasada temporada.
El Málaga apretó desde el principio. Sabía que tenía que ser el dueño del partido por entidad, por estrenarse en casa ante una afición con ilusiones renovadas necesitada de alegrías. Y no escurrió el bulto el equipo. Saltó con las ideas claras, con las líneas muy altas, presionando tras pérdida e intentando crear peligro por las bandas. Recio empezó muy participativo y Harper tomando buenas decisiones cuando entró en contacto con el balón. Precisamente ambos fueron los protagonistas de la primera ocasión del Málaga. El joven atacante hizo una buena jugada personal y se la puso al paleño rasa en la frontal del área, pero su disparo con la zurda se marchó muy alto.
Al partir del minuto 20, la historia cambió. El Alcorcón se asentó y cogió el pulso al partido. Al Málaga le costaba mucho mantener la posesión, los madrileños cerraban bien las líneas de pase y las ideas escaseaban entre los jugadores blanquiazules. Hasta el 40' no pareció volver a conectarse el equipo. Adrián cazó un balón tras una jugada a balón parado, pero su disparo blando lo atajó Jiménez. Poco después, Haper fue frenado en falta en una galopada al borde del área. Un libre directo en una zona ideal que lanzó Recio algo centrado y detuvo el meta alfarero sin mayores problemas.
Los cambios, otra vez claves
El segundo tiempo comenzó arrancó como el primero. El Málaga apretó muchísimo y combinó mejor. Una buena apertura de N'Diaye y posterior prolongación de Cifu acabó en una ocasión para Renato Santos, pero estaba muy escorado y su fuerte disparo lo repelió Dani Jiménez, bien posicionado. Muñiz clonó el plan de Lugo y dio entrada en el 60' a Hicham y Blanco Leschuk para refrescar el ataque. El delantero argentino ayudó con su juego de espaldas, pero el dominio y el empuje no se concretaba en ocasiones de gol y el Alcorcón estaba en su salsa. Así hasta que Ontiveros, capaz de lo mejor y lo peor (acabó expulsado por roja directa), puso un gran centro para que Blanco Leschuk abriera la lata de un soberbio cabezazo y desatara el delirio en La Rosaleda (minuto 82).
Otra vez el entrenador asturiano cambió el signo del partido con los cambios. Los encuentros duran 90 minutos y Muñiz no se cansa de repetirlo. Conoce la Segunda al dedillo y sabe que los duelos son tan igualados que se deciden en detalles y fases muy determinadas de ellos. Y así fue este viernes para alegría de una afición con ilusiones renovadas y que merece alegrías como esta.