Míchel: "Lo pasé muy mal en verano como para rendirme ahora"

Nueva derrota del Málaga, y van cuatro consecutivas. No hay reacción alguna. El equipo volvió a jugar mal, no transmite nada, no genera juego. Y encima, falla en acciones decisivas como la del gol de Cala. Pero Míchel sigue en sus trece, no piensa dimitir y mantiene el discurso: "El club está teniendo mucha paciencia y yo también la he tenido. Tenían motivos más que suficientes en el aspecto deportivo para tomar decisiones con el entrenador. Había un director deportivo, vino otro... Pero en eso no tengo nada que decir".

"Yo no me rindo jamás aunque los nubarrones estén encima. Lo he pasado muy mal en verano y en las primeras ocho jornadas para rendirme ahora. Cada uno tenemos nuestra responsabilidad y hay que aceptarla", añadió en la sala de prensa del Coliseum. 
El técnico cree que lo que tiene que hacer es seguir trabajando e intentar mantener al vestuario motivado: "Para mí ha sido un verano muy duro y también las ocho jornadas sin un punto. No dejo que el desánimo me llegue a mí, no me lo puedo permitir. Hago mi trabajo lo mejor que puedo. Anímicamente tengo que intentar ser un padre o un tutor de los jugadores, estar animado en los entrenamientos. La responsabilidad del entrenador es tener a los 25 activos y animados".
"Ha sido una primera vuelta mala en cuanto a los puntos, que es consecuencia de situaciones como las de hoy. Somos incapaces de cerrar un partido, sabíamos que a balón parado podía pasar eso, no estábamos para regalar nada, necesitábamos mucho los puntos. Ahí están los datos, son demasiadas derrotas, las sensaciones son de desánimo, es normal con los resultados que estamos teniendo", dijo sobre las circunstancias del partido. 
A Míchel le duele también por los jugadores, que lo pasan mal: "Tengo fama de defender a los jugadores. Hay muchos con mala cara, sufriendo por la situación, que es tremendamente delicada. Lo que puedo decir bueno de ellos es que hacen lo que pueden, compiten. Pero cualquier desatención se convierte en una losa y ya son demasiadas. Son gente joven y a veces no están preparados para este tipo de situaciones".
"Lo que hacemos es trabajar, animarles, intentar estar en todos los detalles para que no se produzcan cosas como las de hoy. Habíamos puesto muchísima atención al balón parado... Teníamos bastante ilusión, habíamos preparado el partido bien. Sólo puedo seguir trabajando e intentar que no decaigan los jugadores en una situación tan delicada. Es difícil poder valorar la sensación anímica de los jugadores. Todo es negativo para ellos. Jueguen bien o mal, el resultado nunca nos favorece. Siempre que pasa algo, como hoy, pasa en contra de nosotros. El Getafe también se había equivocado un par de veces y la para el portero o no marcamos. Es difícil de aceptar para todos y es normal que aparezca siempre el entrenador como responsable de la situación", insistió. 
Por último, habló de los recién llegados Iturra, Miquel y Bueno: "Los jugadores están viviendo y dando sensación de mejora, pero estamos muy lejos de lo que queremos. Van a ir llegando jugadores, pero estamos muy a contrarreloj, estamos tan apurados que no tenemos tiempo".