Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros con fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada (recopilan datos sobre tus gustos y perfil).

Si continúas navegando por el sitio, estás aceptando su uso.

Puedes rechazar la utilización de cookies u obtener más información al respecto en nuestra Política de Cookies

A través de cualquiera de las páginas webs del Grupo tiene la opción de personalizar las cookies tal y como desee.

Es Noticia

¡Qué barbaridad de recibimiento!

ElDesmarque

Es verdad que has visto jugar al Málaga en Segunda B, aunque ya hayan pasado muchos años de eso. Pero eres de Primera División independientemente de siglas o de categorías. Porque para categoría la tuya, que eres aficionado blanquiazul de corazón, que te plantas en los aledaños de La Rosaleda a esperar al autobús del equipo, a romperte la garganta sin miedo a las consecuencias, riéndote del frío (¡No te pierdas el vídeo superior!).

Y se empieza así este texto porque tiene que ser poesía vivir así el fútbol, tan desmoralizante a veces por culpa de sus mandatarios sin corazón y con el dinero por bandera. La afición del Málaga dio una nueva lección antes del partido, ni el lunes consiguió deslucir el recibimiento. Retumbaron los cánticos por todo el estadio cuando aún estaba vacío y sólo se veía en él a los futbolistas del Betis sobre el césped y algún que otro periodista y guarda de seguridad en las gradas.
Un Málaga-Betis lo merecía, independientemente del espectáculo que luego tuviesen que brindar los equipos en el campo a los mismos protagonistas. El repertorio contó con grandes clásicos, pero el factor diferencial fue el ímpetu, infinitamente superior al vivido la última vez antes de enfrentarse al Levante. O a cualquier otro anterior. Imposible que el equipo no se contagie tras una demostración de amor y pasión tan bárbara. ¡Un lunes a las 19:30!

Escribir comentario 1 comentario
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar

  1. Paco

    Ni estos jugadores, ni este entrenador merecen ese recibimiento, así como tampoco llevar nuestro escudo. Y el propietario desentendiendose...Vaya plan.