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Es Noticia

La Rosaleda estalla y dispara en todas las direcciones

D.M.

El Málaga volvió a demostrar una vez más en esta temporada que no está a la altura de su afición. Tras un recibimiento increíble al autobús oficial, el equipo blanquiazul dio una nueva muestra de inoperancia, descomposición y falta de soluciones. Los atisbos de reacción exhibidos en Anoeta se hicieron añicos esta noche. Y la afición, como es lógico, acabó muy enfadada y de uñas. Las iras se dirigieron hacia los jugadores, hacia el presidente de la entidad, que como acostumbra no estuvo en el palco (sí su hijo y consejero Nasser) y hacia el entrenador.

La mayoría de las iras florecieron en el tramo final del partido, cuando ya nadie creía en la reacción. Antes hubo leves pitos a Peñaranda en el cambio y, también leves, a Joaquín, que fue suplido en el momento de mayor crispación. La marejada y la sucesión de cánticos, sonoros y coordinados, era evidente a pesar de que muchos de los 22.488 espectadores que se dieron cita en la intempestiva noche ya se habían marchado a casa.
¡Estamos hasta los huevos!”, fue el primer estallido, al que le siguió un “¡Al-Thani, vete ya!” en estéreo. Pero también hubo hacia los futbolistas: “Jugadores, mercenarios. No merecéis esta camiseta. Málaga somos nosotros”. Y para Míchel: "¡Míchel, vete ya!" aunque estos justo al final del partido y mezclados con los pitos tras el silbido final del colegiado. De hecho, el madrileño fue preguntado por ellos y dijo no haberlos escuchado. “Tú has estado en otro partido”, le respondió al periodista en cuestión.
Sobre los cánticos al equipo, respondió Míchel: "Me duele por mis jugadores. La gente se enfada y los llaman mercenarios y no lo son. Me duele por la afición porque da y anima mucho. Pero somos personas y no venimos de paso, lo sufrimos igual que ellos y entre todos tenemos que intentar cambiar esa situación".

 

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