En Anoeta espera otro Diego Llorente

El domingo próximo el Málaga CF juega en Anoeta ante la Real Sociedad. En el 11 de Eusebio estará, casi con total seguridad, Diego Llorente, un ex malaguista. El central madrileño cumplió ayer partido de sanción por acumulación de amonestaciones en el Wanda Metropolitano y no pudo ayudar a su equipo ante el Atlético de Madrid. Ha sido un fijo cuando ha estado sano y sin sanciones. Es un partido, otro más, capital para el Málaga.

El inicio de temporada de Llorente es bastante distinto en Donosti de cómo comenzó en La Rosaleda. Lleva seis goles entre Liga, Copa y Europa League. En Liga ha jugado 810 minutos en diez partidos y en Europa otros tres partidos completos, más 90 en Copa. Marcó un tanto (el otro el coíno Juanmi) en el partido que saltó a los titulares y en el que el Lleida remontó un 2-0 en el feudo guipuzcoano para ganar 2-3 y avanzar a la siguiente ronda. Un encuentro que sentó muy mal en la Bella Easo.
Las críticas en tierras vascas hablan del Llorente que se visualizaba en Málaga pero que sólo se atisbó en los dos últimos meses de temporada, a las órdenes de Míchel. El técnico peleó por su continuidad, pero sólo podía producirse presupuestariamente en forma de cesión y la Real pagó un traspaso al Madrid que en Maritiricos se consideraba inasumible. Su principio de temporada fue malo, aparecía en la foto de muchos goles recibidos. Dibujó una línea ascendente, cierto es.
No hace mucho, Míchel se refirió a Diego Llorente para ejemplificar lo que influye la mente en el rendimiento de un jugador de élite. "Llorente es un ejemplo. Ahora en la Real Sociedad metiendo goles, y la gente le echa de menos. El año pasado no podía jugar en La Rosaleda, pero el factor psicológico hizo que el jugador acabara fenomenal, que haya tenido un traspaso y que ahora mismo vuelva a jugar en un equipo bueno. El fútbol te da esas oportunidades", dijo el técnico, que ahora anhela otro central.