Pocos espectadores, mucho cemento

Partido entre semana, el horario, el rival, lo poco en juego... Varios factores o la suma de todos ellos pueden explicar la poca afluencia de público en el Málaga-Rayo Vallecano. Apenas 13.759 espectadores se dieron cita este miércoles en La Rosaleda. Ni la mitad del aforo del estadio blanquiazul. Pocos aficionados, mucho cemento.

Con diferencia, la peor entrada en lo que va de campaña. Curiosamente, se produce esta cifra cuando La Rosaleda viene de encadenar partidos con ambientazos: ante el Espanyol, en el que agotó incluso el papel, y el Athletic de Bilbao.
Por si fuera poco refrescó y no hizo una temperatura excesivamente agradable. Tampoco pusieron demasiado de su parte ambos equipos. Hubo ocasiones para ambos pero no demasiada intensidad. El Málaga-Rayo no pasará a la historia por su espectacularidad.
En los prolegómenos del encuentro en Fondo Bajo se desplegó un gran tifo azul para conmemorar el reciente cumpleaños del campo.  "75 aniversario, Estadio La Rosaleda", se podía leer. El choque no dio para mucho más. Ni gritos para Undiano Mallenco hubo.