Una Rosaleda “moderna, vanguardista” y con capacidad para 47.000 espectadores

En La Rosaleda empieza y termina el proyecto de BlueBay para el Málaga. Es la llave y la joya, donde los ejecutivos de la empresa hotelera han fijado sus ojos como fuente de recursos netos y extraordinarios para el club blanquiazul si finalmente acceden a la gestión del club a través de las acciones que le compraron al jeque y por la que ambas partes tienen un litigio abierto. Así, han desarrollado un proyecto de remodelación y ampliación del estadio, que pasaría a tener capacidad para 47.000 espectadores (ver vídeo superior) y en cuyas instalaciones se crearía una amplia zona comercial.

La reforma se haría cumpliendo los requisitos de la UEFA para albergar partidos de máximo nivel, según afirmaron los responsables de BlueBay esta mañana. Asimismo, se pretende crear vida en la zona a partir del estadio, con importantes zonas comerciales en los bajos, un hotel de cinco estrellas en su interior con 160 habitaciones, y una zona de lujo dando al campo, spa, parking para 500 vehículos, gimnasio, el Museo del Málaga… “Se sacarían recursos extra y serían cien por cien para el club y para poder subir sus ingresos hasta en 20 millones anuales”, arguyó Iglesias.
El plan pretende igualmente embovedar el Río Guadalmedina y construir un parque ecológico y zonas verdes. Así se podría crear una nueva estructura para el estadio, una carcasa “moderna y vanguardista” que semicubriría todo el recinto. “Es un proyecto que nace con el propio estadio, ganas ocupación, el hotel y recursos comerciales. Lo espectacular prima sobre lo demás, pero es un proyecto muy lógico para que la inversión la puedan pagar los propios recursos”, explicó Jamar Satli Iglesias, que estimó el coste de la remodelación en 40-50 millones de euros y que aclaró que en los acuerdos con las administraciones públicas adquieren el compromiso de no poder vender a posteriori.

Instituciones

Asimismo, el presidente del Grupo BlueBay entiende que podrían llegar a un acuerdo con las instituciones propietarias del estadio: Junta de Andalucía, Ayuntamiento y Diputación Provincial, y confesó que los primeros sondeos son positivos: “Sueñan con que eso pueda ser real y tirar para adelante. Las instituciones no son un problema, hay que saber lo que se pide y cómo se pide. No queremos apropiamos de un activo, sino desarrollar una gestión de un proyecto social y de vida para los alrededores y para la ciudad. Estoy seguro de que no van a poner pegas”.