Recio, Oscar al mejor actor de reparto

"Este Recio se parece al del Granada". Cada vez que hace un buen partido el malagueño Recio, alguien tira de cuñadismo para firmar la frase. Y no se equivoca pero sí. No es que sea el Recio del Granada, es el Recio de la confianza, de sentirse importante, el que todos quieren a su lado y el que quiere a todos los que le acompañan. Pero a la vez es más que el de Granada o el que debutó con estrella de la mano de Pellegrini. Maduro y con galones, ahora mismo es fundamental para el funcionamiento del equipo de Gracia. Su partido ante el Depor brilla más porque los goles nacen de sus botas y porque nadie reclamó su cuota de protagonismo. Recio es un gregario de lujo la mayoría del tiempo.

Recio fue clave porque botó dos saques de esquinas para los goles de Charles y Camacho. Y no es la primera vez que demuestra que es uno de los mejores lanzadores del equipo a balón parado. También obró el 3-3 con una falta centrada que si no la mete Arribas casi seguro la finaliza Pablo Fornals. Pero además de eso fue de los más aplicados del equipo en todo momento, de los que no perdió el norte.
Los actores secundarios, o de reparto como se dice ahora, son los que marcan la diferencia a lo largo de 38 partidos, los que le dan cuerpo a un equipo y sostienen una idea de fútbol. Aunque esté a la sombra de otros, especialmente la de Camacho, Recio ya tiene su Oscar de reparto. Por lo de Riazor y por todo lo sumado desde hace más de tres meses, desde el partido ante el Athletic en San Mamés.
Pero su intervención en goles recientemente ha sido más que importante. Desde el balón a Weligton para el tanto que fraguaron el brasileño y Albentosa frente al Real Madrid a la apertura primorosa para Rosales que terminó siendo el tanto de Cop frente a la Real. Y hay más, pero a veces en los secundarios no se fija nadie aunque sean el alma de una película.