Nuno, un ex en horas bajas
El Málaga visita Mestalla este sábado (22:00 horas) con el firme objetivo de echarle sal a la herida abierta entre el valencianismo y el entrenador che, Nuno Espírito Santo. Sí, Nuno, aquel escudero recto y apático que pasó por Málaga de la mano de Jesualdo Ferreira en los albores de la etapa del jeque en Martiricos. El técnico portugués atraviesa horas bajas en la Ciudad del Turia, habiendo cosechado los peores números históricos del club en un arranque liguero.
El Málaga quiere jugar con esos nervios perennes en el entorno del Valencia. La grada che la tiene tomada con Nuno, al que responsabilizan de la planificación deportiva del verano, y quien suele estar de cuerpo presente en Mestalla puesto que ni Peter Lim ni Jorge Mendes, las otras lanzas del ‘tridente’, suelen acudir a los partidos. Nuno está en la cuerda floja, aunque goza de la confianza de todas las partes (también de la presidente Layhoon Chan) y no es probable que sea destituido si el Málaga es capaz de asaltar la diligencia en Mestalla. Tiene crédito.
Son sus peores momentos en el Valencia. Su equipo no está jugando bien. Aunque los silbidos vienen desde antes de que se iniciara la temporada, ya que Nuno es la cabeza visible de la gestión deportiva del equipo tras la salida de Rufete y Amadeo Salvo. Y le achacan que ha gastado mucho dinero en jugadores jóvenes que aún no despertaron (Santi Mina, Danilo…). Nuno… y la sombra ejecutiva de Mendes, cuyo primer empleo como agente fue precisamente colocar al entonces portero en el Deportivo de la Coruña.
Así que llega el Málaga, al que siempre ha respetado públicamente Nuno, en su peor momento. Por cierto que su mano derecha en Valencia es Rui Silva, también auxiliar de Jesualdo en sus nueve jornadas en Málaga. Nuno, de 41 años, experimentó desde su salida de Martiricos una ascensión meteórica. Siguió su carrera con Jesualdo en el Panathinaikos, pero luego emprendió su reto en solitario como entrenador del Rio Ave portugués, al que consiguió llevar a la final de Copa. El año pasado suplió a Pizzi en el Valencia aprovechando el desembarco de Peter Lim en la Ciudad del Turia. Su equipo acabó cuarto y este año juega la Champions. Pese a todo, pasa su peor momento en Valencia.