Un mes sin balón, sin césped y sin botas de tacos

Este lunes 13 de abril se cumple un mes del último entrenamiento del Levante UD antes del parón obligado por la crisis del Covid-19. Los levantinistas siguen trabajando el aspecto físico confinados en sus domicilios y sin saber exactamente cuándo podrán volver a ejercitarse y a pensar en los once partidos que restan de LaLiga, todavía sin fecha clara de reanudación.

Un mes entero sin ningún entrenamiento sobre el césped, sin balón y sin calzarse las botas. Sin lugar a dudas, lo que más echan de menos tanto los futbolistas como el cuerpo técnico, acostumbrados a la continua actividad futbolística. Ahora tienen que mantener la profesionalidad y no bajar el pistón a pesar de las dificultades. La intención es perder la forma física lo menos posible y poder así regresar al nivel más alto posible cuando la evolución de la pandemia lo permita.

El viernes 13 de marzo, el Levante se ejercitó con normalidad pero atendiendo a la situación global y cambiante por horas ya que la pandemia se desataba sin control en nuestro país. Un día antes, el jueves 12 de marzo, LaLiga anunciaba la suspensión de las dos siguientes jornadas de la competición y el Levante asumía que el sábado 14 no visitaría Mestalla, tal y como estaba previsto. Pese a la suspensión de la competición, el Levante entrenó durante el viernes por la mañana en el Ciutat de València, a la espera de acontecimientos. En esa misma sesión, los integrantes de la primera plantilla y del cuerpo técnico se sometieron al test del Covid-19, que posteriormente resultó negativo en todos los casos.

Con el paso de las horas, la situación de pandemia se recrudecía y las noticias eran cada vez más negativas.

Finalmente, por la tarde, el Levante anunció la suspensión del trabajo del primer equipo masculino y femenino sin fecha de vuelta. Un día después, el presidente del Gobierno decretaba el Estado de Alarma.