La última machada de Tito en el Levante
El Atlético de Madrid será este domingo 15 de abril el próximo rival de un Levante UD que, con sus último resultados, desde la llegada de Paco López, le ha pegado varios zarpazos a la pelea por la permanencia en Primera División, el gran objetivo marcado a principio de temporada. Precisamente de esa salvación va a depender en gran parte el futuro de muchos granotas y uno de ellos es Tito. El director deportivo verá, como siempre, el partido desde la grada aunque hace algunos años fue uno de los principales responsables de que el Levante UD lograse el único resultado positivo en territorio rojiblanco en la máxima categoría. Eran los últimos coletazos del de Benidorm en la élite.
Tito, del que todo el mundo sabe que era el ojito derecho de Manolo Preciado en la histórica plantilla del ascenso de 2004, arrancó el siguiente ejercicio, ya bajo las órdenes de Bernd Schuster, con una situación anómala como fue la de quedarse sin ficha. Una vez llegó el mercado de enero, el centrocampista la recuperó y fue uno de los clavos ardiendo a los que se acogió el técnico alemán después de que el Levante, que había alcanzado incluso posiciones de Champions League con su victoria frente al Athletic Club con gol de Jesule (1-0), ya mirase hacia los puestos de descenso. En un ejercicio en que se presumía que la salvación se lograría de forma cómoda, todo se torció, se encadenaron los malos resultados y el germano buscaba un golpe de efecto.
Uno de ellos fue utilizar al alicantino, que ya había tenido un par de minutos frente al Racing, por primera vez para el once titular contra el Atlético de Madrid. Los rojiblancos tampoco estaban para tirar cohetes pero, siendo octavos, veían a seis puntos, en aquella jornada 23, al cuarto clasificado, entonces el Valencia. El Levante se plantó en el Vicente Calderón con sólo una victoria en los anteriores 12 partidos y, para colmo, Culebras fue expulsado en el minuto 16 por doble amarilla. Tocó apretar los dientes y Tito y el triunvirato que formó junto a Diego Camacho y Rivera lograron frenar a los Fernando Torres, Ibagaza, Salva Ballesta y compañía.
Fue el inicio de una reacción de los granotas que, con la participación de Tito, sumaría tres empates y dos victorias (una de ellas por 1-2 frente al Mallorca del "amigo Mateo" de Pedro Villarroel) que le volverían a relanzar hasta los 10 puntos de ventaja respecto al descenso. Pero el 4-0 sobre Osasuna, en el que también participó el de Benidorm saliendo desde el banquillo, sería la última vez que los de Schuster sumarían de tres. Luego caería el alemán y tampoco Oltra pudo enderezar la situación. Fueron los últimos coletazos del actual director deportivo como futbolista en el conjunto de Orriols.