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Un charlatán silencioso

Handanovic saca un balón ante un inofensivo Griezmann (Foto: UEFA).
Periodista especializado en Sevilla FC y Betis.

El FC Barcelona consiguió vencer este miércoles en la Champions League ante un Inter ordenado, trabajado y con las ideas muy claras. Todos los adjetivos que le faltan, al menos por el momento, a Antoine Griezmann, un tipo charlatán, simpático... y silencioso.

El delantero francés se empeñó en ser protagonista antes del encuentro. Durante, es otra historia. Dejó caer que no tenía relación con Leo Messi (¿en qué te favorecieron esas palabras, Antoine?), insinuó que no estaba cómodo en la banda izquierda y aseguró ser muy, muy, muy, muy feliz en el Camp Nou. Aburrido, todo aburrido, como él mismo bromeaba ante los medios de comunicación.

La mala noticia para el francés, el mismo tipo que se divertía grabando un documental antes de rechazar al FC Barcelona, es que en el Camp Nou las palabras que cuentan son las del césped.

Suárez y el mensaje a Griezmann: 'Aprende, Antoine'

Porque jugar en el Barça no es fácil. Es evidente. Sólo los genios llegan y en apenas unos meses han enamorado al Camp Nou. Neymar, por ejemplo, lo consiguió. Sin embargo, lo que es innegociable -y más bajo el mandato de Valverde-, es la entrega, el esfuerzo, la inteligencia y el acierto.

Luis Suárez celebrando su tanto ante el Inter (Foto: UEFA).

Luis Suárez, que no es precisamente el 'primo' de la clase, refleja todo aquello que este público quiere. Y encima, en sus peores noches, cuando parece perdido, olvidado, gris, se saca un golazo para levantar a la grada y a su equipo.

El gol (azo) de Luis Suárez puede ser perfectamente un claro mensaje para Antoine Griezmann: inteligencia en la colocación, rapidez para colocarse y acierto para marcar. Y encima habla (y mucho) con Leo Messi.

Es el momento de callar más, de no hablar y sonreír tanto en sala de prensa y, sin dudas, hablar sobre el campo. Es el momento de dejar de ser un charlatán ante los medios y dejar de ser mudo en el campo. El momento idóneo para que la prensa -que tan poco gusta en el vestuario culé al parecer- escriba más sobre aquello que sucede en el césped que lo sucedido ante sus micrófonos.

¡Aprende rápido, Antoine: el Barça te necesita!

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