El futuro está asegurado
El FC Barcelona sumó una nueva e importante victoria este domingo ante el Leganés con un equipo titular en el que destacaron dos nombres por encima del resto: Leo Messi y Carles Aleñá. El argentino, suplente, el canterano, el crack del partido.
Su titularidad fue una auténtica sorpresa. Con hombres fundamentales como Leo Messi o Arturo Vidal fuera de la alineación, Valverde decidió dar el visto bueno a la titularidad del chico nuevo en la oficina.
Carles Aleñá ya había debutado, ya había mostrado su calidad al Camp Nou, sin embargo, nunca como este domingo: poderío, claridad, confianza, desborde, trabajo y mucha, mucha, mucha ilusión, para él y para el público.
El Camp Nou -o los pocos que allí estaban- cada vez que Aleñá conducía se levantaba. Cada vez que Aleñá recibía, se levantaba. Fue un auténtico partido del canterano, del hombre llamado a comandar el centro del campo del FC Barcelona en poco tiempo.
En una semana llena de rumores alrededor de la figura del holandés De Jong, en un mes en el que Rabiot (PSG) sigue sin decidir su futuro, Carles Aleñá apareció en el Camp Nou como una luz necesaria, como un hombre que ha conseguido dar tranquilidad a su entrenador y a su afición, que incluso pitó el momento en el que Valverde decidió quitarlo del verde.
Carles Aleñá apareció cuando menos lo esperaban, pero cuando el centro del campo más lo necesitaba. El futuro en el mediocampo del Camp Nou, por suerte para Ernesto Valverde y la dirección deportiva del FC Barcelona, está asegurado... aunque todavía no tenga el peso para quedarse en el campo en los peores momentos.