Luis Enrique, el gran señalado tras una nueva debacle
La derrota del Fútbol Club Barcelona de este martes en Turín ante la Juventus volvió a dejar en evidencia las peores carencias del club azulgrana. Tal y como ya pasó en París ante el PSG, los de Luis Enrique fueron un juguete roto en manos de los de Allegri, que merecieron la victoria de principio a fin.
Y es que los jugadores culés vuelven a encomendarse a una heroica remontada que parece, esta vez sí, una quimera casi infranqueable. Aunque hay motivos para la esperanza (el principal es el ejemplo de la remontada ante el PSG), el propio Luis Enrique destacó tras el partido que esta vez le iba a costar más creer en las posibilidades de pasar.
La plantilla y cuerpo técnico, conscientes de que era vital no repetir la debacle de la ida frente al conjunto parisino, salieron al campo como si tal cosa jamás hubiera ocurrido y volvieron a cometer las mismas torpezas. Malas ayudas defensivas, despistes entre los centrales, errores de concentración y escasa intensidad. Los ingredientes de la mala praxis culé en Turín fueron evidenciados a los pocos minutos del encuentro cuando Dybala aniquiló el escaso ímpetu inicial azulgrana.
Sólo tres días antes, en La Rosaleda, el Barça ya había desperdiciado la ocasión de auparse al liderato tras el pinchazo del Real Madrid en el derbi madrileño. Luis Enrique, señalado en los dos partidos por alineaciones más que dudosas, prefirió quitar hierro al asunto. Sin embargo, lo cierto es que en Can Barça son conscientes de que en estos dos partidos se les puede haber ido la temporada. De nuevo, arriesgó con Mathieu en el eje de la zaga y la jugada le salió por la culata. Mascherano, en el centro del campo en sustitución de Busquets, destapó todas sus carencias y su aportación fue nefasta, mientras que el resto de los jugadores no dieron lo mejor de sí en una cita como esta. Un 3-0 frente a la Juventus es, y todos coinciden, más complicado si cabe que remontar un 4-0 ante el PSG.
Las caras largas en la expedición culé tras el encuentro era la tónica dominante, tanto que sólo Iniesta dio la cara tras el partido. Cero explicaciones por parte de quienes habían languidecido durante más de 90 minutos en el Juventus Stadium. Ahora, el Barça afronta una semana llena de curvas que tendrá que sortear con un pulso milimétrico y concentración máxima ante Real Sociedad, Juventus y Real Madrid. La temporada pasa por estos tres partidos y las oportunidades escasean.