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Es Noticia

Volvió la vida a las gradas de Riazor: comportamiento ejemplar de la afición

Público cumpliendo el protocolo en las gradas de Riazor. (Foto:RCD)

Se marchó el frío de Riazor. Ni refrescó al anochecer. Volvió el público a las gradas del estadio del Dépor. No había presencia de aficionados desde el pasado 1 de marzo en partido frente al Lugo. Regresaron este domingo. No pudieron estar todos. Tan solo 3.000 gargantas. Pero sonaron como si fuesen 20.000.

Una afición de Primera

Cumpliendo la distancia de seguridad, los socios protectores que tuvieron acceso al feudo coruñés tuvieron un comportamiento ejemplar. Y no dejaron de animar. Toca acostumbrarse a celebrar goles sin abrazarse. Pero lo importante es celebrarlos.

Frente al fondo de marathón inferior, el de los Riazor Blues anotó el Deportivo su primer gol. Fue Beauvue. Ese hombre que recorriera miles de kilómetros para venir al 'paripé' frente al Fuenlabrada. Esta vez, el delantero de Guadalupe sí pudo celebrar su tanto en un partido de verdad y ante su gente, no ante una grada vacía.

Claudio Beauvue celebra un gol abrazado por Gandoy (Foto:RCD)

Apoyo, calma y comportamiento ejemplar

También sufrió la afición presente en Riazor porque el Salamanca empató el partido. Sin embargo, parece que después de que uno sufre demasiado, hace callo y gana templanza. Esta parroquia ya sabe lo que es sufrir y, en medio de esta pandemia y de todo lo que pasó la pasada temporada, no dejó de apoyar a los suyos aún sabiendo que se complicaba el triunfo en el primer encuentro.

Y, de repente, llegó el centro de un coruñés y canterano. Y el gol de un vasco veterano. Eneko Bóveda marcó el gol de la victoria en el último suspiro y los blanquiazules sonrieron debajo de sus mascarillas. Volvió la vida a las gradas y con vida empieza el Dépor en Segunda B un duro y pedregoso camino en el que los  aficionados blanquiazules, como siempre han hecho, quieren seguir apoyando.

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