Un campeón del mundo no olvida al Dépor: Capdevila y su "mejor recuerdo" como futbolista
Por el Deportivo han pasado grandes campeones en los últimos 30 años. Desde Mauro Silva a Bebeto. Desde Rivaldo a Djalminha, Roy Maakay o Juan Carlos Valerón. Quizá con menos glamour pero con una carrera tanto o más exitosa surge Joan Capdevila. No en vano, como herculino levantó una Copa del Rey y dos Supercopas de España. Además, se alzó con una Eurocopa y un Mundial con la selección de España. El lateral zurdo no se olvida del Dépor, tal y como ha recordado recientemente. Y es que el catalán ha citado un día histórico del club como su 'recuerdo imborrable' como profesional: la remontada al AC Milan en la UEFA Champions League en los cuartos de final de la temporada 2003/2004.
"Veníamos de un resultado malo de la ida, bastante abultado. Lo que vivimos fue una noche mágica: en 45 minutos ya habíamos remontado la eliminatoria. Lo que se vivió ese día en Coruña no lo he vuelto a vivir en un estadio. El Milan era todopoderoso: Maldini, Nesta... Estaba preparado para ganar esa Champions", cuenta en el torneo benéfico de e-sports de la cadena COPE y la Asociación Española de Futbolistas Internacionales (AEdFI). "Estuve siete años magníficos en el Depor y luego también en el mejor momento del Villarreal. Logramos algo histórico: un subcampeonato liguero. Lo celebramos como si hubiésemos ganado la Liga, con un autobús descapotable", admite.
Los nervios de Joan Capdevila en el Mundial de Sudáfrica 2010
Y es que Joan Capdevila fue una parte fundamental en los éxitos de España en 2008 y 2010. Si bien en la Eurocopa de 2012 Jordi Alba le arrebató el puesto, los triunfos de la selección española de Luis Aragonés y Vicente del Bosque no se entienden sin su solidez atrás y su proyección ofensiva. Eso sí, el lateral lo cuenta desde una esfera de humildad. "Me entra ese miedo de decir 'Ostras, estoy rodeado de megaestrellas. No vaya a ser que la cague yo'. Intentaba esforzarme más para estar un poquito a la altura de ellos. Al menos, que no se vieran mucho mis carencias".
Y es que alzarse campeón del mundo fue todo un sueño cumplido. "En la tele ves a Matthäus, Maradona y todos esos grandes jugadores levantando la Copa del Mundo. De repente, estábamos ahí en Sudáfrica un grupo de amigos peleando por ella. Fue un privilegio poder estar ahí en primera persona. Impresiona muchísimo ver la Copa, cómo brilla. Hace 10 años ya, pero lo recordamos como si fuera ayer. Es como si nos hubiese tocado la lotería".
No obstante, todo aquello no se puede entender si no es desde la óptica del esfuerzo, el sacrificio y la generosidad con el compañero. "Fue un trabajo duro: lo pasamos muy mal. Empezamos ya perdiendo el primer partido. No fue un torneo muy brillante a nivel futbolístico, pero conseguimos ganar. Las pasamos canutas, la verdad. Ganar el Mundial es tocar el cielo, y la Eurocopa también. Tuve mucha suerte, fue un privilegio. La generación que teníamos era extraordinaria, de un gran talento. La selección española hizo algo histórico, que nadie ha conseguido: Eurocopa, Mundial y Eurocopa".