Antes de pisar Riazor, Fernando Vázquez abraza a la afición

Una hora y media antes del partido frente al líder llegaba el Dépor a Riazor. No parecía la hora de comer. La afición blanquiazul no quiso perderse la llegada de un equipo resucitado, gracias, en gran medida al regreso de un entrenador querido, humilde y conocido: Fernando Vázquez. Un hombre que nada más bajarse del autobús, no se dirigió directamente al estadio sino que no dudó en acercase a los seguidores herculinos a saludar y a chocar la mano con varios niños que coreaban su nombre y el  "Sí se puede".

Parecía que no habían pasado los años desde aquella etapa anterior de Fernando en el Dépor. La conexión con la parroquia deportivista sigue siendo total. No ha bajado, para nada, su intensidad. La fe en Vázquez mueve montañas. Los jugadores han captado la idea del `profesor' y los resultados han mejorado. Y eso que el míster de Castrofeito insiste: "Yo no soy mago".

"Que la gente no piense que aquí hubo magia de ningún tipo. Vamos a perder porque la derrota forma parte de la competición. Me gusta implicar a la afición dentro del proyecto del Dépor, pero repito que no soy ningún mago, no saco victorias de ningún sitio. Me agrada la situación y hablo con la gente, creo que también es parte de mi trabajo. Me considero entrenador y eso es comunicación con los jugadores, que es un punto fuerte de mi forma de entrenar. Y soy exigente. A veces la parte comunicativa hacia la afición no es importante en un entrenador, pero otras veces sí y es algo que me autoimpongo" manifestaba este sábado en la sala de prensa de Abegondo antes de enfrentarse al Cádiz.

Ganar al líder para salir del descenso

Hace unos meses, ganar al Cádiz CF parecía una odisea pero este Dépor ha cambiado mucho. Los coruñeses encadenan tres victorias seguidas y buscan la cuarta este domingo en Riazor ante una afición que ha vuelto a recuperar la confianza en su equipo tras el cambio de directiva, la llegada de nuevos fichajes y, sobre todo, la vuelta de Fernando Vázquez.