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Objetivo: recuperar la solidez

Pablo Marí, en el Dépor-Osasuna (Foto: Iris Miquel).
ElDesmarque

Además de reencontrase consigo mismo en ataque, el Deportivo se exige recuperar la solidez defensiva, una de las claves de los triunfos logrados en Riazor durante toda la primera vuelta de la competición. La calidad de Pablo Marí y Domingos Duarte no se discute, pero ambos han bajado sus prestaciones en las últimas jornadas, en la línea de todo el equipo. Natxo González necesita a su pareja de centrales al mejor nivel para encadenar victorias consecutivas y reengancharse en la pelea por subir directos a Primera. 

Que Pablo Marí y Domingos Duarte son dos de los zagueros más talentosos de toda la Segunda es algo en lo que coinciden sus compañeros y también los rivales. No obstante, el rendimiento del tándem ha bajado en los últimos choques que el Deportivo ha jugado como local.

A Marí se le ha visto incómodo defendiendo el balón en largo del contrario –el partido contra el Alcorcón es el mejor ejemplo– y Duarte ha transmitido nerviosismo cuando se le ha requerido asumir mucho protagonismo en la construcción del juego desde la retaguardia por la incapacidad de la medular a la hora de llevar la iniciativa con el esférico en los pies. Ambos se complementan a las mil maravillas, pero no es menos cierto que probablemente se hayan contagiado de la irregularidad del colectivo.

La falta de solvencia del Dépor en los laterales tampoco ayuda. David Simón parece estancado en su progresión, y Diego Caballo, sancionado, no termina de convencer en Riazor, porque su rendimiento en plazas complicadas como Granada o Málaga sí ha sido el adecuado a la exigencia del equipo blanquiazul.

La falta de equilibrio a nivel defensivo es un hándicap para un equipo que se exige ser un bloque, tanto fuera como en casa. La visita del Almería se antoja la ocasión perfecta para dejar de transmitir debilidad en la retaguardia.

Domingos Duarte, pensativo durante el Dépor-Alcorcón (Foto: Iris Miquel).

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