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Es Noticia

La explosión de Blas

Blas Alonso, lateral del Fabril (Foto: Iris Miquel).
Carlos Rosende

La temporada de Blas Alonso (A Coruña, 1997) en el Fabril sitúa al lateral coruñés a las puertas de dar el salto al fútbol de élite. Su campaña, completísima desde septiembre hasta mayo, habla muy bien de la labor realizada por sus técnicos, de la estructura de la plantilla diseñada por la dirección deportiva de la cantera y por supuesto, y sobre todo, de él mismo.

La labor de los técnicos 

Blas siempre ha contado con unas condiciones físicas sobresalientes. Aúna potencia para subir y bajar la banda regularmente con la permanente intención de ofrecer soluciones al espacio a sus compañeros. Es un lateral generoso en el esfuerzo, el prototipo de futbolista que gusta a los extremos inteligentes porque, cuando reciben el esférico, no tienen ni que girar la cabeza para saber que él estará detrás de ellos, dándoles salida.
Con Cristóbal Parralo al frente del filial, mejoró su posicionamiento defensivo y optimizó sus esfuerzos. A nivel técnico se observa una clara evolución en la calidad de sus centros. Si en Tercera Blas llegaba a menudo hasta la línea de fondo pero sus envíos no siempre encontraban rematador, un año después su crecimiento en este sentido es manifiesto. Ha 'limpiado' su golpeo.
Con Cristóbal Parralo al frente del filial, mejoró su posicionamiento defensivo y optimizó sus esfuerzos
La incorporación de Gustavo Munúa no modificó su estatus en la plantilla. El entrenador uruguayo insistía a sus laterales en mantener el nivel de intensidad en la fase defensiva, encimando a sus pares hasta robar o forzar el error del contrario. Y en eso Blas es impecable: se pega al extremo, muerde, sabe utilizar su cuerpo, suele medir bien cuándo debe ir al suelo y cuándo no... Cuando el rival maneja la pelota, actúa como un veterano. 

La confección de la plantilla

Si en el lateral izquierdo la competencia entre Lucas Viña y Diego Caballo terminó por ser positiva para ambos, la ausencia de un suplente específico de Blas acabó resultando ventajosa para el carrilero deportivista. Sus 34 partidos en Segunda B, todos ellos como titular, han sido un continuo examen de madurez. Y la respuesta ha estado la altura. La apuesta de la dirección de la cantera consistió en contar con un referente muy claro en el lateral derecho, Blas, y diferentes opciones para cubrir las bajas esporádicas del '2': Quique Fornos, más cómodo como central ,y el juvenil Valín cumplieron cuando se recurrió a ellos. Blas solo se perdió dos partidos por sanción y las lesiones lo respetaron durante todo el curso.

Una cabeza bien amueblada

Más deportivista que la Torre de Marathón, Blas ha ido ascendiendo en el escalafón de la cantera herculina hasta colocarse a un único peldaño de la primera plantilla. Constante, perseverante, trabajador, profesional... son algunos de lo adjetivos que usan sus compañeros y entrenadores en los últimos años para referirse a uno de los pesos pesados del Fabril. Sabe qué es el Dépor ahora y también qué fue en el pasado, conoce las virtudes del club y también sus defectos. Y está en disposición de ayudar. 
Hará carrera, en A Coruña o lejos de aquí.

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