Pendientes del futuro de Róber Pier

Finiquitado el descenso del Deportivo y la permanencia del Levante UD en Primera, y a la espera de que Tino Fernández oficialice en los próximos días la contratación del nuevo director deportivo blanquiazul, comienzan a surgir interrogantes sobre qué jugadores formarán parte del proyecto herculino en Segunda y cuáles se desvincularán definitivamente del equipo coruñés.

Uno de los nombres propios sobre la mesa es el de Róber Pier, quien ha cumplido su segunda campaña como cedido en el cuadro granota, donde logró el ascenso a Primera en el curso 2016-17.
La vinculación del central coruñés con el Deportivo se extiende hasta junio de 2020 y la entidad presidida por Quico Catalán no dispone de opción compra a ejecutar el próximo 30 de junio para hacerse con sus servicios de cara a la próxima campaña; por lo que, en caso de que desee incorporar de nuevo al zaguero de 23 años, ya sea en calidad de cedido o a título definitivo, deberá llegar a un acuerdo con la dirigencia blanquiazul.
De ello dependerán varios factores: los recursos económicos del Levante para confeccionar la plantilla, su grado de interés en hacerse con Róber Pier, las exigencias deportivistas y, como es obvio, la voluntad del jugador, muy a gusto en Valencia pero consciente de la oportunidad que se le presenta, la de volver a casa para convertirse en un activo importante en el proyecto del regreso a la máxima categoría del fútbol español.
A día de hoy, la continuidad de Sidnei Rechel y Fabian Schär en A Coruña se antojo poco menos que una quimera, por lo que al Deportivo no le sobrarán los centrales antes de meterse a fondo a peinar el mercado.
La reciente mejoría de Raúl Albentosa a las órdenes de Clarence Seedorf y el buen nivel ofrecido por Róber Pier desde que Paco López se hizo cargo del Levante UD son dos piedras sobre las que empezar a edificar el nuevo Dépor, si tanto los dos jugadores como el club lo estiman oportuno.