¿Y ahora qué?

El Deportivo comenzará a preparar a partir de hoy un nuevo proyecto para tratar de pasar el menor tiempo posible en Segunda división y lo hará sumido en una gran cantidad de interrogantes: ¿Habrá elecciones anticipadas durante el verano? ¿Quién será el nuevo director deportivo del club? ¿Continuará Clarence Seedorf al frente del banquillo herculino la próxima campaña? ¿Cuántos jugadores de la primera plantilla saldrán de la entidad y quiénes serán los que permanezcan en el segundo escalón del fútbol español? Demasiada incertidumbre.

– Consejo de Administración: a expensas de que pueda surgir alguna otra alternativa, le corresponde a Miguel Otero, exconsejero del CD Lugo y expresidente de la Federación de Peñas del Deportivo, reunir al menos el 5% de las acciones que representan el capital social del club para forzar la celebración de una Junta General Extraordinaria. En caso contrario, Tino Fernández y el resto de directivos seguirán al frente de la nave blanquiazul hasta agotar su mandato la próxima campaña.
– Dirección deportiva: cinco meses después de la salida de Richard Barral, el Dépor continúa sin director deportivo. El nuevo responsable de esta parcela deberá fijar un nuevo rumbo y configurar una plantilla competitiva para intentar ascender en un año. El deportivismo exige una reforma profunda de la dirección deportiva y que a la misma se le dote de personal cualificado y medios acordes a los tiempos actuales para realizar su labor.
– Entrenador: tanto Clarence Seedorf como su equipo de ayudantes firmaron sendos contratos que los unen al Deportivo hasta el próximo 30 de junio. El nuevo director deportivo deberá ponderar si el neerlandés es la persona más cualificada para liderar el proyecto en Segunda y el propio entrenador tendrá que posicionarse al respecto, indicando si está interesado o no en continuar su labor como técnico en A Coruña.
– Jugadores: no son pocos los futbolistas del Deportivo que rebajarán ostensiblemente sus cláusulas de rescisión tras el descenso, y tampoco serán pocas las dificultades que tendrá el club para hacerse cargo de sus fichas; aunque la inmensa mayoría se reduzcan considerablemente. Se abre ahora un escenario en el que será necesario aclarar cuanto antes qué futbolistas están dispuestos a tirar del carro en Segunda y quiénes no tienen la intención de hacerlo. A priori, muchos buscarán proseguir con su futuro profesional lejos de la ciudad coruñesa.
Sin dejar pasar más tiempo, toca ponerse manos a la obra para que el Deportivo pueda ser pronto de Primera.