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Es Noticia
Athletic
2-3
Deportivo

El Deportivo no se rinde

Athletic Club-Deportivo, jornada 32 en San Mamés (Foto: LaLiga).
Carlos Rosende

Con la obligación de sumar los tres puntos para mantener al Levante en tensión y apurar al máximo las opciones de continuar un año más en Primera, el Deportivo viajó a San Mamés arropado por casi 400 aficionados herculinos. Seedorf confió en siete de los once titulares frente al Málaga CF en Riazor, e introdujo cuatro novedades, tres de ellas obligadas: Schär, Borges, Krohn-Dehli y Luisinho. A la postre, el equipo herculino completó su mejor partido lejos de A Coruña y se trajo un preciado botín de vuelta a casa.

Cuando solo habían transcurrido cinco minutos, el Dépor se encontró pronto con un tanto a favor para fortalecer su confianza: Lucas ejecutó un córner desde el sector izquierdo del ataque, Schär lo remató en el segundo palo hacia el corazón del área pequeña y allí apareció Adrián López para cabecear la pelota al fondo de la red. La diana del asturiano ayudó a incrementar la autoestima colectiva en los primeros compases del encuentro.
Para alegría de la parroquia coruñesa, el 0-1 trajo consigo de inmediato el 0-2. Apenas diez minutos después de tomar ventaja en el marcador, el cuadro blanquiazul la dobló con otro tanto anotado desde las inmediaciones de la portería defendida por Kepa.
El gol se fabricó en el sector derecho, con la participación activa de Lucas Pérez, que colgó un balón preciso al segundo palo, donde apareció Borges libre de marca para cabecear hacia el punto de penalti. Y en esa zona se movió como pez en el agua Adrián, beneficiado por la inoperancia de los centrales locales. El punta blanquiazul no falló. Para sorpresa del Athletic y por extensión de todo San Mamés, no se había alcanzado el minuto 15 y el Deportivo ya vencía por 0-2.
El resultado espoleó a un equipo que se mostró solvente sin la pelota y combinó bien en campo rival. A la media hora de juego se llegó sin un solo disparo entre los tres palos sobre la portería de Rubén Martínez, todo un logro si repasamos las visitas del Deportivo durante toda la temporada.
El primero en intentarlo en el bando local fue De Marcos 60 segundos después. El lateral derecho vasco se incorporó hasta el balcón del área, quebró a Pedro Mosquera en una baldosa y disparó por encima de los tres palos.
En cualquier caso, el conjunto coruñés mantuvo la compostura hasta el tiempo de descanso, firmando su mejor primera parte a domicilio de toda la temporada. El marcador incluso pareció corto, porque Lucas dispuso de una situación clara en sus botas para anotar el 0-3.
Al descanso, ambos entrenadores movieron el banquillo: Adrián, lesionado, fue sustituido por Borja Valle, y Ziganda apostó por Yeray en la plaza de Etxeita, renqueante, y por Aduriz en el frente de ataque, reubicando a Williams en el sector derecho.
La reanudación comenzó de la peor manera posible, con un tanto de Raúl García a la salida de un córner en el que Fabian Schär perdió la marca. El central suizo quiso atacar el balón parado, pero no midió bien las distancias, la pelota le pasó pro encima y el mediapunta del Athletic remató a placer.
Se había complicado el escenario para el Dépor cuando los herculinos se repusieron de la mejor manera posible: Lucas colocó un centro tenso desde el sector izquierdo y Borja Valle fue a por él con decisión, anticipándose a Iñigo Martínez. El berciano marcó su primer tanto de la temporada y dio un golpe sobre la mesa, demostrando su valía como revulsivo.
Sin embargo, las carencias en la estrategia volvieron a golpear al cuadro blanquiazul: Susaeta lanzó con rosca un saque de esquina que se paseó por el área pequeña sin que Rubén pudiese repeler la pelota. El balón se acabó colando en la meta coruñesa pese a que en la misma acción Raúl García se había sacado de encima a Borja Valle con un empujón más que notorio.
Los últimos 15 minutos se convirtieron en un continuo sufrimiento para los visitantes, replegados hasta el extremo en el área. Con la posesión del esférico en los pies del Athletic, los centros se sucedieron y el deportivismo vivió el final del duelo con el corazón en un puño. Merecidamente, y ya era hora, esta vez salió cara en la moneda. El Deportivo no se rinde. 



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