El Deportivo peina el mercado en busca del nuevo Sidnei
El Deportivo continúa peinando el mercado tratando de encontrar un zaguero de garantías que pueda ocupar la plaza de Sidnei en el eje de la defensa blanquiazul si el brasileño finalmente encuentra acomodo lejos de A Coruña. Tras romper negociaciones con River Plate por Alexander Barboza ante las desorbitadas demandas del equipo bonaerense, el cuadro coruñés explora nuevas posibilidades más allá de los cuatro o cinco nombres propios en los que la dirección deportiva viene trabajando desde hace semanas.
Los defensas por los que ha preguntado el equipo herculino para reforzar el centro de la zaga –jugadores de nivel contrastado e incluso uno de ellos previsible titular con su selección nacional en el próximo Mundial de Rusia 2018– se escapan de las posibilidades económicas actuales atendiendo a las exigencias de los clubes que ostentan sus propiedad. Aunque las arcas se encuentran en una posición más holgada tras la firma del crédito de 45 millones de euros que recompone el esquema de la deuda blanquiazul, el Deportivo no dispone de músculo financiero para afrontar traspasos significativos, por lo que cada movimiento debe ser medido con tiento.
En el caso de Barboza, con quien se alcanzó un compromiso verbal para las próximas cuatro temporadas, solo existen dos vías para reconducir la situación: o bien River Plate da el brazo a torcer y regresa al escenario inicial, en el que los 'millonarios' parecían dispuestos a aceptar una oferta superior a los 2 millones de euros por un porcentaje elevado de los derechos del futbolista, o bien el propio Barboza da un paso al frente, rechaza la oferta de renovación de River y presiona para salir, puesto que el ex de Defensa y Justicia finaliza contrato el próximo 30 de junio de 2018.
Como publicamos en El Desmarque ayer sábado, el Deportivo se ha retirado de la puja abierta por el defensa de La Matanza, dejando constancia de cuáles son las condiciones y los límites económicos que no está dispuesto a superar, por lo que solo un cambio radical en el escenario puede reabrir una vía que a día de hoy se considera cerrada.