"Hay que morir, Luis, hay que morir"

La tensión se ha apoderado de El Mundo del Fútbol. Pepe Mel no quiere que se escatime ni una gota de sudor antes de que el equipo consiga de forma matemática un objetivo virtualmente alcanzado, dado que solo un triple empate con el Sporting de Gijón -que necesitaría ganar los tres partidos que restan, algo que no ha hecho de forma consecutiva en todo el curso- y el Leganés enviaría a los coruñeses a Segunda División.

Así, esta mañana en Abegondo se ha visto a un Mel tensionado y tensionante con su plantilla. Durante una tarea de 11 para 11, llegó a animar continuamente a sus jugadores. "Hay que morir, Luis, hay que morir" se escuchaba en el campo 2 de la ciudad deportiva dirigido a un Luisinho que sufría para llegar a un balón en largo.
Del mismo modo, Mel tiene mediantemente claro el plan para meterle mano a los catalanes, buscando otro tipo de desmarques y superar a Batistao y Caicedo.
El equipo vuelve a ejercitarse mañana a puerta cerrada en Riazor a las 10.30. Viernes y sábado tocará cita en Abegondo. El domingo, quien sabe, si llegará la consecución del objetivo de forma matemática, para tranquilidad de una afición que también empieza a estar frustrada.