De nuevo el Málaga en tiempos de crisis

Por segunda vez consecutiva, el Málaga será el equipo que visite Riazor en el peor momento de la temporada para el Deportivo. Hace un año y aún en una situación deportiva peor que la actual, el problema era más social que clasificatorio, pues el asesinato de Jimmy a manos del Frente Atlético y las posteriores reacciones institucionales provocaron una brutal división en la afición blanquiazul que generó el peor ambiente que se recuerda en el estadio coruñés. Nada que ver con la actualidad, donde la crisis es puramente deportiva, pero de nuevo serán los de Javi Gracia los que intentarán aprovecharse del mal momento.

El curso pasado, la visita del Málaga fue doble y llegó en la semana posterior a lo ocurrido en el Vicente Calderón. Primero, el día 3 de diciembre de 2014, fue con motivo de la Copa del Rey y el resultado fue de 1-1: goles de Camacho y Toché, con Diakité como protagonista. Tres días después y ya en Liga, los boquerones se llevaron el triunfo gracias a un tanto de Sergi Darder, que aprovechó un mal despeje de Fabricio con los pies para anotar con un fuerte disparo, y a las paradas de Carlos Kameni, que incluso detuvo un penalti a Cavaleiro con 0-0 en el marcador.
Pero más allá de los resultados y del desarrollo de ambos encuentros, lo que convirtió aquellas dos tardes en unas de las de peor recuerdo para el deportivismo fue lo que ocurrió en las gradas. Con el fondo de Marathon Inferior vacío y sin los Riazor Blues, los cánticos contra Javier Tebas y Tino Fernández se intercalaron con el silencio y los pitos en un estadio poco acostumbrado a otra cosa que no fuera el apoyo incondicional hacia los suyos.