El Celta de Vigo ha perdido 1-4 ante un Real Madrid muy superior en la segunda mitad. Tras un primer acto donde la imagen de los de Eduardo Coudet no coincidió con el resultado, un 1-2 en contra, el equipo naufragó en el segundo acto en el que los goles fueron llegando sin oposición. El Real Madrid no tardó en sentenciar el choque con los goles de Vinicíus y Valverde. Ya no intentó nada más el cuadro local. Con los brazos bajados fue Marchesín, con tres atajadas a Benzema, una de ellas desde el punto de penalti, quien evitó que la goleada fuese todavía mayor. La mala imagen del Celta de Vigo en la segunda mitad es el reflejo de un equipo en construcción que necesita sumar puntos el próximo viernes en Girona.
Fiel a su palabra Eduardo Coudet apostó por introducir a Renato Tapia en la medular acompañando a Fran Beltrán para igualar fuerzas con un Real Madrid que jugaba con Camavinga, Tchouaméni y Luka Modric en medio campo. Sin Toni Kroos y Casemiro Ancelotti decidía darle músculo a su mediocampo para proteger al talentoso volante croata. Con Benzema y Iago Aspas como grandes atractivos del partido arrancaba el duelo en Balaídos con un clamoroso error de Carvajal en un sencillo pase que terminó con una falta de Militao sobre Gonçalo Paciencia. El encargado de probar a Courtois fue Óscar Rodríguez. El disparo del talaverano, bien colocado al palo corto, fue detenido sin problemas por el arquero belga debido a su escasa potencia.
Arrancaba mejor el Celta que disponía de la segunda ocasión de encuentro tras una buena labor de presión en la zona de creación madrileña. Tras varios pases el esférico llegaba a las botas de Mallo. El capitán centraba al área y ahí Paciencia cabeceaba desviado. En el minuto 7 era Cervi el que remataba fuera un rechace de la zaga merengue tras un saque de esquina botado por Óscar Rodríguez. Respondía el Real Madrid con un disparo de Vinicíus que terminaba en un saque de esquina donde el Celta recibía el primer golpe del partido. Alaba remataba a puerta, la pelota impactaba en la mano de Tapia. Los jugadores del Madrid pedían penalti pero Gil Manzano ordenada seguir. La sala VOR, con González González pedía al colegiado extremeño que revisase la jugada en la pantalla del VAR.
Señalaba pena máxima y amonestaba a Renato Tapia. Benzema, desde el punto de penalti, engañaba a Marchesín para poner en el minuto 13 el 0-1 en el marcador. El Celta acusó el golpe solo unos minutos. Volvió a tomar las riendas del partido diez minutos después empataba el encuentro también desde el punto de penalti. Gonçalo Paciencia le ganaba la partida a Militao tras un centro de Hugo Mallo. El testarazo del portugués era interceptado por la mano del central brasileño. Gil Manzano no dudaba. Aspas ajustaba su disparo al palo derecho evitando la estirada da Courtois. El Celta ponía el 1-1 en el minuto 23.
Con el marcador igualado ambas escuadras intentaban imponer su juego. El Celta percutía una y otra vez por el costado de Javi Galán. El pacense, con todo el carril zurdo para él, superaba una y otra vez a Carvajal. Javi Galán, Franco Cervi y Gonçalo Paciencia metían el miedo en el cuerpo a los de Ancelotti, muy imprecisos lo pasaban mal hasta que varias pérdidas del cuadro celeste les acercaban al área defendida por Marchesín. El empuje de Camavinga y Tchouameni arrinconó a los vigueses. La calidad de Modric hizo el resto. Dos quiebros del croata en la frontal y un preciso disparo al palo pusieron al Real Madrid por delante en el 41'. Antes Unai Núñez había evitado otra gran ocasión de Benzema.
Se cerró el primer acto con una pérdida de Cervi, que había cuajado una más que discreta actuación, que no pudo aprovechar Vinicíus gracias a la rápida reacción de Joseph Aidoo al corte. El ghanés evitaba que el Celta se fuese a los vestuarios con una desventaja mayor. Con 45 minutos por delante el cuadro olívico se marcaba el objetivo de volver a igualar la contienda. Salía con ganas. Paciencia tenía en sus botas el 2-2 pero su disparo se iba demasiado cruzado. En el rechace el delantero portugués pedía penalti por mano de Militao, que estaba de espaldas en la jugada. Protestaban los jugadores del Celta. El Real Madrid se aprovechaba lanzando una contra mortal en la que Luka Modric rompía dos líneas con un solo pase en profundidad a Vinicíus. El delantero brasileño driblaba a Marchesín y ponía el 1-3.
El Celta, completamente roto, encajaba el 1-4 poco después. Valverde batía a Marchesín por el palo largo tras una jugada mal defendida por la zaga celeste. El uruguayo sentenciaba el partido tras un pase mal ejecutado por Vinicíus al que no llegaba ningún defensa vigués. Sin ninguna opción de remontada y el Real Madrid jugando con dos velocidades menos pasaron los minutos. Pudo ser peor el resultado si Marchesín no hubiese detenido un penalti cometido por Unai Núñez con una nueva gran intervención en el rechace evitando el gol de Hazard. El Celta caía derrotado dando una muy mala imagen en la segunda mitad.
Y el sinvergüenza de Vino, tocándose los C....s mirando al público. Da asco este tío.
Ayer paso lo que era logico que pase. Los jugadores salieron a morir primero por las exsijencias del entrenador y la motivacion de jugar con el Madrid, pero su fisico no da para mas minutos que 30 o 40. Tenemos suplentes en los que el entrenador no confia. Hace falta otro delantero y un medio fisico. con manejo del balon. Todo el mundo lo entiende menos uno. Tenemos que hacer laboratorios deportivos en Mos, claro.