Cara a cara: dos temporadas y media después Santi Mina destroza a Maxi Gómez
La que parecía que iba a ser una de las peores operaciones de la historia reciente del Celta de Vigo se ha convertido, dos temporadas y media después, en uno de sus grandes éxitos. En verano de 2019 el club 'regalaba' a una de sus estrellas, Maxi Gómez, por algo menos de 15 millones de euros y Santi Mina. Los vigueses perdían a un delantero que parecía llamado a dominar el fútbol continental renunciando a los 40 millones de euros que marcaba su cláusula de rescisión a cambio de recuperar a un hijo pródigo que se había marchado a la ciudad del Turia en el verano de 2015 cuando solo contaba con 19 años. En Valencia consideraban la compra de Maxi Gómez como un 'robo' al Celta logrado por la 'prodigiosa mente' de Mateo Alemany.
Santi Mina regresaba a Vigo tras cuatro temporadas vistiendo la camiseta del Valencia. El canterano no había logrado asentarse como titular en Mestalla a pesar de presentar unos números más que aceptables. En 150 partidos el delantero marcó 42 goles y dio 19 asistencias. Ese verano la venta de Maxi Gómez y la vuelta de Mina, que entró como moneda de cambio para abaratar el traspaso del prometedor delantero uruguayo, se vivió como una derrota en una parte importante del celtismo.
Una sensación que aumentó por malos números que presentó en un su primera temporada. Los goles llegaban a cuentagotas. Ni con Fran Escribá ni con Óscar García el atacante fue capaz de mostrar un buen rendimiento. 6 goles en Liga y otros 2 en Copa. A Maxi Gómez tampoco le iban mucho mejor las cosas ya que en su primer año en Valencia marcó 9 goles en Liga y otro en la Copa del Rey. Su rendimiento estaba lejos de los 15 millones de euros más Santi Mina y la cesión por dos temporadas de Jorge Saénz que invirtió la entidad che en ese verano de 2019.
En las segunda temporada de los dos delanteros la balanza ya se fue decantando del lado de vigués. Santi Mina, tras un más que titubeante arranque de curso con Óscar García, crecía de manera exponencial de la mano de Eduardo Coudet. Con el delantero argentino encuentra su espacio en el equipo, se asienta en el once titular y los goles empiezan a llegar. El celeste cierra el curso con 12 goles en Liga, a los que añadió cuatro asistencias, y un tanto más en Copa.
Maxi Gómez empeora sus números en su segundo curso. El uruguayo marca 7 goles y da 5 asistencias en los 31 partidos de Liga que juega a lo largo de 2.700 minutos. El charrúa necesitó 385 minutos sobre el césped para anotar un gol. Santi Mina, con 2.448 minutos en el campo, solo necesitó 188'. La venta de Maxi Gómez y el regreso de Santi Mina, tras dos cursos, daba la razón al Celta de Vigo.
En la tercera temporada, la actual 2021/22, la tendencia favorable a los celestes se ha acrecentado de forma abismal. Santi Mina pelea por ser uno de los máximos goleadores nacionales de LaLiga Santander. Suma seis goles y cinco asistencias en 1.134 minutos de juego. Por su parte Maxi Gómez vive su peor momento en el Valencia. El de Paysandú no es el referente ofensivo que ansiaba Bordalás. Maxi Gómez solo suma un gol y una asistencia en los 794 minutos que ha disputado a lo largo de 11 partidos. Sus números en Mestalla están muy lejos de los 31 goles y 10 asistencias que había logrado en Vigo en dos temporadas.
La progresión del internacional uruguayo se ha estancado al mismo ritmo que ha crecido la de Santi Mina. Maxi Gómez suma 18 goles y 10 asistencias como jugador che en 85 partidos mientras que Mina, en su segunda etapa en el Celta, ya ha marcado 27 goles y dado 13 asistencias. El vigués, que llegó como moneda de cambio en el importante traspaso que dejó cerca de 15 millones de euros en las arcas del Celta, ha logrado mejores números y ofrecido un mayor rendimiento que el de Paysandú confirmado que la operación fraguada en verano de 2019 es uno de los grandes éxitos de la dirección deportiva celeste.