Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros con fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada (recopilan datos sobre tus gustos y perfil).

Si continúas navegando por el sitio, estás aceptando su uso.

Puedes rechazar la utilización de cookies u obtener más información al respecto en nuestra Política de Cookies

A través de cualquiera de las páginas webs del Grupo tiene la opción de personalizar las cookies tal y como desee.

Es Noticia

Hugo Mallo jugó la final ante el Espanyol con un dedo roto

María Comesaña

Los jugadores del Celta de Vigo tuvieron que vivir un final de temporada extenuante, tanto en el plano físico como en el mental, hasta lograr en el último segundo del curso la permanencia en LaLiga Santander. La imagen de los no convocados viendo en el móvil de Denis Suárez los instantes finales del Leganés-Real Madrid, con los jugadores en el césped esperando noticias, será recordada. Su posterior explosión de júbilo y liberación, las caras desencajadas de Aspas o de Hugo Mallo encierran detrás historias de sacrificio como la protagonizada por el capitán, que jugó el partido con un dedo roto.

Hugo Mallo no fue el único jugador del Celta que participó en el duelo ante el Espanyol lesionado. Joseph Aidoo y Jeison Murillo también estaban tocados, lo mismo que Néstor Araujo, que se quedó en el banquillo. En el caso del capitán se trataba de una lesión que arrastraba desde hace semanas y que se fue complicando en los últimos encuentros.

El canterano jugó todo el encuentro con el tercer metatarsiano roto, Mallo tuvo que ser infiltrado para aguantar el dolor y disputar la totalidad de los minutos del agónico  duelo en el RCDE Estadium con una férula que le protegiese el dedo. Ahora podrá descansar y recuperarse de su lesión antes de comenzar la pretemporada a mediados de agosto.

En el caso de Joseph Aidoo, que se había perdido el duelo ante el Levante de la jornada 37, jugó con una pequeña rotura muscular. El ghanés pudo lesionarse de mayor gravedad durante el partido ante el Espanyol. Murillo, que había acabado el duelo ante el Levante completamente tieso, tenía una elongación en el partido ante el Espanyol.

Además, con una situación tan dramática, tal como revela el Diario Atlántico, Denis Suárez buscó forzar para ayudar a sus compañeros sobre el césped. El canterano se jugaba agravar su importante lesión muscular pero los galenos celestes impidieron que Denis Suárez jugase el partido.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar