El 'overbooking' del Barça favorecerá una negociación a la baja por Rafinha
El Celta de Vigoestudia cómo poder afrontar el fichaje de Rafinha Alcántara, el hispano brasileño se ha convertido en uno de los líderes del grupo y Óscar García, entrenador del primer equipo, anhela su continuidad para la próxima temporada. Hasta que el cuadro vigués cierre la salvación no habrá movimientos importantes para asegurarse la continuidad del centrocampista del Barça pero en A Sede son conscientes de algunas ventajas que pueden tener a la hora de negociar a la baja la opción de compra de 16 millones de euros que se pactó el pasado mes de agosto.
La primera de ellas es la llegada de una nueva realidad económica al fútbol, todos los clubes van a sufrir importantes mermas en sus ingresos, lo que se verá reflejado en un mercado a la baja, tanto en número de movimientos como en valor monetario de cada uno de los traspasos. El COVID-19 ha alejado a los aficionados de los estadios y ha provocado que muchas empresas que patrocinan a clubes de LaLiga Santander sufran la paralización de sus actividades o una durísima realentización de las mismas. Esto ha provocado recortes en esas esponsorizaciones.
El Barcelona, además, tiene la imperiosa necesidad de reducir su plantilla, tanto en número como en masa salarial, especialmente si se quiere hacer con jugadores como Lautaro Martínez. El Barça tiene a 31 jugadores con contrato con el primer equipo para la próxima temporada, esto le obligará a deshacerse de al menos una decena de ellos, Wague, Rafinha, Oriol Busquets, Cucurella, Pedri, Todibo, Junior Firpo o Árturo Vidal son algunos de los candidatos a salir de Can Barça.
El Barcelona necesita dinero para afrontar operaciones de calado y espera poder sacar más de 100 millones de euros en un mercado a la baja donde Rafinha podría costar menos de los 16 millones que se pactaron hace casi un año. La posición del jugador, que también debería acceder a una importante rebaja en su ficha, se antoja fundamental en la negociación ya que el Celta, en palabras de su presidente, Carlos Mouriño, anticipó lo complicado que va a ser hacerse con el centrocampista por esa cantidad de 16 millones de euros.