Guti, la gran perla maña por la que suspira media Liga Santander

Planificar la próxima temporada sin saber qué y cómo va a terminar el actual curso es el reto al que tienen que hacer frente todos los equipos profesionales de Primera y Segunda División. Encima de las mesas de las direcciones deportivas se acumulan informes de jugadores muy diversos, dependiendo del futuro de cada club. Pero entre todos los nombres hay uno que se repite hasta la saciedad en muchos clubes de LaLiga Santander, el de Raúl Guti, centrocampista del Real Zaragoza.

El maño, canterano de 23 años ha explotado de forma definitiva este curso tras un curso anterior en el que una lesión muscular lo mantuvo de baja muchas semanas. Guti ya es una realidad palpable, uno de los líderes de un Zaragoza con su cabeza ya casi en Primera. Hasta el momento el canterano siempre ha mostrado su deseo de continuar en la disciplina blanquilla, en el que declaró como “el club de mi vida” en su última renovación, que extendió su contrato hasta 2023.

Tampoco son nuevos los clubes que suenan para hacerse con los servicios de Raúl Guti. En LaLiga Santander algunos como RCD Espanyol y Valencia CF, que se añaden a un Real Betis que ya lo tuvo en su agenda meses atrás. El Celta de Vigo también tiene su nombre en una larga lista de centrocampistas que puedan reforzar al equipo en un verano donde la zona medular puede sufrir grandes cambios tras la venta de Lobotka y la más que segura salida de Pape a la que se le unen las dudas sobre el futuro de Bradaric, cecido por el Cagliari, o de Beltrán, que podría salir cedido en busca de más minutos y experiencia en la élite.

Los equipos españoles no son los únicos que han puesto sus ojos en este centrocampista maño de 23 años, pues Guti cuenta con buen cartel fuera de nuestras fronteras y su rendimiento, añadido a sus características ha hecho que se le vea con buenos ojos en la Premier League inglesa.

En cualquier caso, su salida parece que se contemplaría únicamente en el peor de los casos, en el que el Real Zaragoza no consiguiera el ascenso a la máxima categoría. Una promoción que está ligada al contrato del futbolista, cuya cláusula de rescisión se doblaría –hasta los 20 millones– en caso de alcanzar la Primera. La operación, si el Zaragoza logra el ascenso, sería casi imposible por las cantidades en las que se plantearía su venta, sin embargo en Segunda, y con el jugador escuchando los cantos de sirena procedentes de LaLiga Santander, podrían acelerar su venta por una cantidad inferior a los 10 millones  de euros.