El 'zasca' de Lombi al Celta de Vigo

El fútbol femenino gallego no está en élite por la falta de iniciativa de clubes como el Celta y sin embargo sí tiene jugadoras de primerísimo nivel. La Liga Iberdrola es una competición que sólo disfrutó el conjunto vigués de El Olivo, allí se formó Anaïr Lomba, conocida como Lombi. La delantero guardesa se lamentó de que el club de sus amores, el Celta, siga sin contar con un equipo femenino mientras da bombo y platillo al hecho de contar con Vero Boquete entrenándose en A Madroa.

"Es irónico que cierto equipo de la Liga Santander le dé tanta bola en sus redes al fútbol femenino pero no haga ni el más mínimo esfuerzo por tener esa sección en su estructura", escribió la gallega en su cuenta de Twitter en clara referencia al Celta de Vigo.

El conjunto vigués ha colgado en su redes sociales hasta cinco vídeos con diversas entrevistas de Vero Boquete, la delantero compostelana que actualmente se entrena en A Madroa con los cadetes para realizar la pretemporada antes de enrolarse en los Utah Royals.

Esta promoción choca, para la futbolista del Valencia, con el nulo interés mostrado hasta el momento por el Celta para contar con un equipo femenino incluso cuando el ya desaparecido Olivo pudo convertirse en el Celta Femenino. Ahora el honor del fútbol femenino vigués recae en el Matamá, Sárdoma y Valladares, todos ellos en Segunda División junto al Deportivo, Lugo o Arousana.

Desde el Celta siempre se justificó esta decisión por no poder contar con más espacio en A Madroa, aunque los conjuntos vigueses femeninos entrenen y jueguen en otros campos como el Pahiño de Navia, el único escenario que vio fútbol de Primera División en la localidad viguesa gracias a Lombi, Sara Tui, Nati, Ana Buceta, Clo o Joana.

A estas jugadoras se les unen estrellas como Vero Boquete o Mari Paz Vilas, dos de las mejores delanteras de la historia del fútbol español femenino o futbolistas que compiten en la Liga Iberdrola como Carolina González o en la Primera División portuguesa como Pauleta. Todas ellas gallegas, muchas con pasado vigués y que sin embargo no pueden defender un escudo que sigue prohibido para las mujeres.