Pesadilla en Balaídos Street
El celtismo se tiene que agarrar a un mantra, esto lo salvará Iago Aspas, porque esa es la única esperanza de un equipo roto, desnortado y vapuleado por otro rival directo. El Levante fue mejor que el Celta, casi de principio a fin y goleó a un equipo donde Mallo, Okay y Boufal fueron los únicos jugadores que se salvan de la pesadilla que tuvo que vivir una afición que esta vez sí, dirigió sus silbidos al palco presidido por Carlos Mouriño.
Sin Aspas ni Maxi Gómez y sin delantero fichado en enero Miguel Cardoso se tuvo que inventar un punta para enfrentarse a los tres centrales puestos sobre el césped de Balaídos por el Levante de Paco López. El elegido fue Brais Méndez, acompañados por Boufal y Boudebouz, que debutaba con el Celta, por bandas.
Un duelo de pizarras y estrategias entre los dos técnicos para hacerse con el control de un partido en el que el Levante era el primero en generar peligro. Un hueco en la banda zurda lo aprovechó Morales para plantarse delante de Rubén antes de que Hoedt le pudiese birlar el balón y mandarlo a córner.
Replicaba el Celta con una genialidad de Sofiane Boufal en el 15, el francés se deshacía de su par con una ruleta para probar a Aitor Fernández, el disparo del extremo celeste se fue al centro de la portería y el de Basauri no tuvo problemas para atajar el disparo de Boufal.
Morales golpea primero
El cuadro granota, mejor posicionado en el campo empezaba a cercar la meta celeste gracias a un soberbio Rochina, amo y señor del encuentro. Fue el ahora exdelantero el que regaló a Morales el primer tanto con un espectacular pase al hueco que Morales solo tuvo que tocar para adelantar al Levante en el 20'.
El tanto hundió a un Celta que en los siguientes minutos concedió al rival la opción de ampliar su ventaja por medio de Mayoral o Rochina antes de que Rubén llegase raudo a su cita con la épica.
El mosense salvaba el tanto de Simon Moses con un brillante parada tras el cabezazo del nigeriano desde el área pequeña. La parada espoleó a un Celta perdido unos minutos cuando Boufal pudo tener la pelota en sus pies. Del francés llegaba todo el peligro vigués ante el pésimo partido de Brais y Boudebouz.
0-2 al descanso
Fue Boufal el que se asistió a un Mallo que se colocó como nueve en la mejor ocasión del Celta en el encuentro cuando ya se habían disputado 36 minutos. Ahí se acabó el empuje celeste ya que en el 40 Coke remataba un saque de esquina botado por Rochina para poner el 0-2 con el que el Levante se marchaba al descanso.
Cardoso daba entrada a Lobotka por Jozabed al comienzo de la segunda mitad para intentar tomar las riendas del encuentro y comenzó bien el Celta hasta que Boudebouz se autoexpulsó con una durísima entrada sobre Mayoral. El francés le clavó los tacos en una fea plancha.
Boudebouz se autoexpulsa
La acción provocó la ira de un Balaídos que no entendía justa la expulsión de Boudebouz tras los últimos arbitrajes vividos. Las protestas del banquillo celeste terminaron con la roja a Jorge Maciel, segundo de Cardoso.
El ambiente en Balaídos subía muchos grados y el Celta, a pesar de estar con uno menos, se hizo dueño de la pelota hasta que en un zarpazo de Morales puso el 0-3 en el 62' tras un buen pase de Mayoral.
El gol del capitán granota provocó más silbidos, esta vez dirigidos al presidente y máximo accionista del club: "Mouriño dimisión" se escuchaba desde la gradas en otra mañana de pesadilla para un club que llora la ausencia de Aspas y se aferra a él para salvar la categoría.
Balaídos se vacía
El Levante contemporizó los últimos minutos del encuentro, cedió el balón al Celta que pudo maquillar el resultado con un penalti de Pier sobre Boufal que anotó Brais Méndez en el 86'. Antes el cuadro granota tuvo opciones de ampliar su ventaja, algo que hizo Mayoral en el 88' ante la pasividad de la zaga celeste.
Parte de las gradas aplaudía el tanto del punta granota pero la imagen más triste de otra mañana de pesadilla era ver como Balaídos se vaciaba antes de pitido final. El celtismo quiere creer, pero cada día le cuesta más el poder hacerlo.