Un voluntarioso Celta paga su falta de mordiente
El Celta no estará este viernes en el sorteo de octavos de la Copa del Rey tras caer en Anoeta. Los de Cardoso, con un once de suplentes, realizaron un más que correcto encuentro donde la falta de mordiente lastró las opciones de un equipo que vio el paso al frente de jugadores como Emre Mor o Hjlusager. Más allá de la eliminación el paupérrimo partido de Pione Sisto se convierte en el problema más preocupante y urgente de solucionar.
Buena puesta en escena de un Celta de circunstancias antes del misil de Oyarzabal tras un despeje a la frontal de Sergio. Sólo habían pasado 9 minutos pero el Celta se había acercado con criterio a la meta Moyá, momento en el que la ausencia de delanteros hacía que los ataques celestes acabasen en el limbo de las piernas de Sisto o Emre Mor.
El gol devolvió el control del juego a una Real Sociedad que tuvo el segundo en las botas de Januzaj con un Celta replegado con defensa de cinco. El belga perdonó el primero, pero en el 26 incrustó el balón en la escuadra del segundo palo ante la pasividad de Júnior Alonso y Cabral. Sin tiempo para lamerse las heridas Juamni pudo marcar el tercero, pero un atento Sergio se anticipó al delantero donostiarra.
Cuesta arriba
Pione Sisto y Emre Mor, casi siempre en acciones individuales buscaban recortar la desventaja pero su puntería se nublaba delante de Moyá. El marcador de 2-0 no reflejaba el juego de ambos contendientes, con un Celta que pagaba su falta de puntería en un más que correcto partido en casi todas las facetas del juego salvo en ataque, donde la ausencia hacía que todas las jugadas muriesen en la zona de tres cuartos.
Con las mismas piezas los de Cardoso saltaban al campo tras el descanso. De nuevo las intenciones y el trabajo eran más que correctas, pero la falta de mordiente impedía al Celta recortar el marcador. Hjlusager desaprovechaba un pase de más de 40 metros de Okay con un mal control y Pione Sisto se liaba en una mediavuelta sin sentido cuando lo más sencillo hubiese sido rematar el centro de su compatriota.
La presión de Emre Mor, implicado en labores defensivas como nunca antes se había visto, permitió al Celta gozar de la mejor ocasión hasta el momento con un centro del turco que cabeceó desviado Okay, que se fue al banquillo por Jozabed.
Aspas y Maxi, a escena
Cardoso daba entrada a Maxi por Emre Mor y sacaba del campo a los dos mejores jugadores del Celta hasta ese momento, cuando corría el minuto 55. El Celta, con el balón en los pies, buscaba cómo conectar con Maxi Gómez, algo que no lograrían en los siguientes minutos.
Cardoso activaba el botón del pánico y daba entrada a Aspar por Hjulsager en el 69. La dupla en ataque empezaba a generar las primeras jugadas de peligro y los celestes se veían con opciones de meterse en la eliminatoria con un gol nacido de las botas de Maxi o Aspas.
El tanto sobrevolaba en el ambiente de Anoeta, pero era la Real quien gozaba de las dos mejores ocasiones para sentenciar el partido y la eliminatoria. El reloj, implacable con el Celta avanzaba sin piedad y los de Cardoso bajaban los brazos dando la Copa por perdida.