Una racha de quince partidos digna de un descenso

Juan Carlos Unzué aseguraba, en la primera vuelta, que el fruto del trabajo realizado por su cuerpo técnico se vería reflejado en la segunda parte de la temporada. No ha sido así, porque en los últimos quince partidos que ha disputado el el Celta sólo ha sumado quince puntos, un bagaje similar al de un equipo en descenso.

 
Tras la buena racha lograda a finales del mes de diciembre y el mes de enero, donde el Celta se colocó en una situación inmejorable para pelear por las plazas que daban acceso a Europa, situado en la séptima posición (31) a dos puntos de un Sevilla sexto con 33 puntos. Era la jornada 21 de Liga.
Quince partidos después el Celta suma 46 puntos, fruto de una racha de tres victorias, seis empates y seis derrotas. Los celestes, en una sola competición, no lograron suma dos triunfos consecutivos, ya que fuera de Balaídos los números han sido pésimos. 
El Celta ha naufragado como visitante en el tramo final del curso con un punto en los últimos siete encuentros y a pesar de mantenerse invicto en Balaídos, sus números tampoco son asombrosos debido a la gran cantidad de empates que ha cedido, cuatro en ocho encuentros. 
Esto ha provocado que en quince jornadas el Celta haya caído de la séptima plaza a la duodécima, con el Alavés y el Athletic Club a un solo partido de los vigueses, que podrían acabar el curso como el décimo cuarto de Primera, empeorando el último curso de Eduardo Berizzo, donde el equipo llegó a dos semifinales con una plantilla de menor calidad.
El pésimo rendimiento de la plantilla en este tramo final de la temporada provocará que el 20 de mayo Juan Carlos Unzué deje de ser el técnico del Celta, independientemente a que logre mejorar la clasificación y alcance alguna de las diez primeras posiciones. En esa circunstancia su contrato se renovará de forma automática, por lo que el Celta deberá indemnizarlo, algo que la dirección del club tiene claro.