Iago Aspas, un manojo de nervios

Iago Aspas no faltó a su cita con Balaídos, no pudo vestirse de cortó debido a una rotura fibrilar, pero el moañés estuvo con sus compañeros para luego ver el partido ante el Valencia como un espectador más. Como uno de los más inquietos, ya que el delantero vivió el partido del Celta hecho un manojo de nervios.

 
El delantero celeste, que disfrutó del encuentro junto a su pareja y su familia, sufrió como un seguidor más del Celta. Iago Aspas estuvo nervioso durante todo el choque ante el Valencia. Situado en uno de los palcos de Tribuna Alta, se levantó de su butaca en infinidad de ocasiones.
Aspas, que ha confesa en reiteradas ocasiones que quiere volver a disfrutar de Europa con el Celta, no pudo vivir tranquilo un duelo donde las opciones de su equipo de pelear por la séptima plaza se han reducido hasta la mínima expresión.
El moañés tampoco podrá estar la próxima jornada con sus compañeros ante el siempre problemático Villarreal y su evolución determinará si puede llegar al derbi ante el Deportivo, la última gran cita para el celtismo de esta temporada en Vigo. Un encuentro que puede llegar con el Celta fuera, de forma definitiva, de la lucha por Europa y con un Deportivo descendido a Segunda.