Es Noticia

Veinte minutos de magia que exigen la titularidad

ElDesmarque Vigo

Todo el equipo salió reforzado de la derrota ante el Atlético de Madrid, pero un jugador lo hizo de manera especial, Emre Mor. El internacional turco se quedó en el banquillo tras no poder entrenarse con normalidad, solo estuvo veinte minutos sobre el césped, pero fue capaz de generar, desde la banda izquierda, innumerables ocasiones de gol para el Celta.

 
Emre Mor dio dos asistencias de gol que no pudieron materializarse, mostró su habilidad innata para regatear en carrera dejando una y otra vez a sus rivales en el suelo u obligándolos a hacerle falta. Ya en su primera acción se vio que la mayor parte del peligro del Celta iba a llegar desde su costado. No se amilanó ante un rival de envergadura, pidió la pelota, reagateó y centró, hasta en cuatro ocasiones conectó un pase al corazón del área.
El Celta ganó en dinamismo con su presencia, Pione Sisto ocupó la banda derecha y Aspas la mediapunta con Guidetti y Maxi Gómez como nueves. Unzué se la jugó con toda la artillería y no le funcionó por poco. Emre Mor, con estos veinte minutos, demostró que su adaptación al equipo va por buen camino, que se ha ganado el puesto en el once, que su calidad no está hecha para esperar en el banquillo.
Ahora es Unzué el que debe encajar las piezas, Aspas y Pione Sisto parecen intocables, Maxi Gómez suma seis goles, pero en muchos tramos de los encuentros se le ve desconectado e incapaz de encajar en el juego celeste. Emre Mor es la alternativa, situado en banda liberaría a Aspas, se convertiría en otro jugón con el que combinar. La tripleta Aspas, Mor, Sisto puede ser la reedición de la Aspas, Nolito, Orellana. Jugadores pequeños, explosivos, con calidad.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar