Unzué se queda con una plantilla de 20 jugadores

El mercado de fichajes ha concluido y, como era de esperar, en el Celta de Vigo no se han producido movimientos. Tras la llegada de Emre Mor y las salidas de Pape Cheikh, Beauvue y David Costas la dirección deportiva dio por buena la composición de la plantilla para este curso 2017-2018. Juan Carlos Unzué dispondrá de 20 futbolistas, tres de ellos porteros, para afrontar toda la temporada.

La portería queda cubierta con la presencia de tres canteranos, Sergio Álvarez, que ha comenzado el curso como meta titular, Rubén Blanco e Iván Villar. Uno de estos dos tendrá muy complicado sumar minutos en una temporada en la que solo hay dos competiciones, Liga y Copa del Rey.
La defensa es la zona más despoblada del equipo. Sin un lateral zurdo nato, ese lugar seguirá siendo para Jonny Otto, que se ha convertido en titular del carril izquierdo en las últimas temporadas a pesar de ser diestro. El lateral derecho es para el capitán Hugo Mallo. El suplente de ambos será Roncaglia, el central argentino será el comodín en defensa de Juan Carlos Unzué.
Los otros centrales del equipo son Gustavo Cabral, Sergi Gómez y Andreu Fontàs. Con seis piezas en la zaga cualquier baja hará que el entrenador tenga que contar con algún miembro del filial, Diego Alende y Diego Pampín son los escogidos.
Para el centro del campo Unzué cuenta con cinco piezas para tres puestos. Radoja, Pablo Hernández, Jozabed, Daniel Wass y Lobotka pelearán por la titularidad. El sexto integrante será otro canterano con ficha en el filial, Brais Méndez, el habilidoso centrocampista lleva dos pretemporadas entrenándose con el primer equipo y suele ser habitual en las sesiones semanales de Unzué.
La línea de ataque es la más poblada del Celta, seis jugadores pelearán por tres plazas. Con la llegada de Emre Mor, parece que estas tienen dueño, en el momento en que el extremo turco se adapte los titulares son Emre Mor por la derecha, Aspas en el centro y Pione Sisto por la izquierda. Como suplentes se quedarán Guidetti, Maxi Gómez y Hjulsager.
El Celta se ha arriesgado a confeccionar una plantilla corta con la intención de darle oportunidades a algunos de los talentos que quedan en A Madroa, en un filial con muchas caras nuevas y donde sus mejores futbolistas han comenzado su aventura en otros equipos de la categoría de plata.