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Es Noticia

Ocho años del día que el mundo conoció a Iago Aspas

Iago Aspas salió a hombros de Balaídos.
Nacho Vizcaíno

El 6 de junio de 2009 no es una fecha más ni para el celtismo ni para Iago Aspas. Hace ahora ocho años, el de Moaña salió al rescate del Celta por primera vez, aunque no sería la última. El ariete celeste, a sus 21 años, se encargó de certificar la permanencia en Segunda del conjunto celeste ante el Alavés, en un agónico partido en el que el delantero salió a hombros del estadio. Fue su primera gran tarde de celeste.

 
El Celta había tenido una temporada realmente irregular, hasta tal punto que el riesgo de descender a Segunda B se había hecho real. El cuadro vigués afrontaba el partido contra el Alavés como una final. La victoria certificaba la permanencia en Segunda, la derrota le sumiría en un final de temporada no apto para cardíacos. El guión del partido parecía que estuvo preparado para que Iago Aspas se pusiera el uniforme de superhéroe y saliese al rescate del Celta.
El Celta-Alavés se había convertido en una final por evitar la última plaza de descenso a Segunda B. El conjunto celeste partía en esa jornada con solo tres puntos de ventaja y tras ese encuentro todavía quedarían dos choques más hasta alcanzar el final de la campaña. El partido transcurrió sin que el equipo celeste pudiera ser capaz de batir, es más, el Alavés era el que tenía las mejores ocasiones y todo Balaídos temblaba temiéndose lo peor. Sin embargo, Eusebio dio con la clave en el minuto 59 de partido.
Dio entrada a un jovencísimo Iago Aspas en la delantera. Era el día de su debut en Balaídos y su segundo encuentro con el primer equipo. Su primera experiencia habían sido 60 minutos contra el Salamanca un año antes. Pero el jugador demostró que lo que le faltaba en experiencia le sobraba en calidad y osadía. Desde el primer minuto estuvo a mil revoluciones. Buscando cada balón, protagonizando cada ataque. El jugador hizo que el partido empezara a ser favorable para el Celta y en el minuto 80 encontró el premio: marcaba su primer gol con el primer equipo. Era el 1-0, un resultado que dejaba al Celta en Segunda.
Pero quedaba otro giro de guión que haría que Aspas terminara saliendo por la puerta grande de Balaídos. El Alavés supo reponerse y puso el empate en el 88. Pero justo en la siguiente jugada al gol visitante, volvió a aparecer Iago Aspas para anotar el definitivo 2-1 y certificar que el Celta seguiría compitiendo en Segunda División. El público se deshizo en elogios hacia el jugador. El mundo empezó a escuchar el nombre de Iago Aspas. El jugador pasaba de ser "el hermano de Jonathan" a ser el héroe ante el Alavés. Ni los más optimistas podían esperar que ese era el primer paso a un camino que llevaría al Celta hasta unas semifinales de Europa League.
 

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