La peor racha de la temporada en el momento menos indicado

Está claro que el Celta está priorizando la Europa League sobre la Liga. El rendimiento del equipo es radicalmente distinto de una competición a otra -especialmente cuando hay rotaciones masivas- y esto se ve reflejado en los marcadores finales. Ante el Málaga, el conjunto celeste encadenó su quinta derrota consecutiva en partido oficial y el sexto encuentro sin vencer. La última victoria del club vigués fue el 16 de abril contra el Granada.

Desde aquella, el Celta ha disputado dos partidos de Europa League y cuatro de Liga y en ninguno de ellos ha conseguido ganar. Tras sumar los tres puntos en el Nuevo Los Cármenes, consiguió un empate en Genk (1-1) que le permitió pasar por primera vez a semifinales de una competición continental. A partir de ahí solo ha encadenado derrotas. La primera de esta serie fue contra el Betis en Vigo (0-1), a la que le siguieron las del Sevilla en el Pizjuán (2-1), las de Athletic (0-3) y los 'red devils' (0-1) en Balaídos y la de La Rosaleda (3-0).
Es especialmente llamativa la forma en la que el equipo ha dejado de rendir en la competición doméstica. De los últimos 18 puntos en juego ha sumado tres, una gira de resultados que ha dinamitado las opciones europeas a través del torneo de la regularidad y que ha dejado la resolución de la temporada en manos de la Europa League.
Estos números llegan en el peor momento de la temporada, cuando el Celta se está jugando un histórico pase a la final de Estocolmo. Sin embargo, la explicación a estos tienen buena parte de su base a que las derrotas han sido propiciadas, principalmente, por las rotaciones masivas pensando en los cruces europeos. En los últimos diez encuentros oficiales - Valencia, Eibar, Genk en Balaídos, Granada, Genk en Bélgica, Betis, Sevilla, Athletic, Manchester y Málaga- Berizzo ha jugado con la primera unidad solo en cuatro de ellos: los tres de Europa League y el del Pizjuán. Todo será pasto del pasado si el Celta consigue el próximo jueves tomar Old Trafford.