La única luz al final del túnel

En un mal partido de todo el Celta es muy complicado destacar a algún jugador. La apatía colectiva contagió en mayor o menor medida a todos, pero Jozabed fue el único celeste sobre el campo que intentó darle sentido al juego del equipo. El de Mairena del Alcor es la única luz visible en esta segunda unidad que no ha logrado poner en problemas las decisiones de Berizzo, solo él aspira a saltar al equipo titular.

El andaluz presiona, es intenso, sabe dónde colocarse y cuando el equipo tiene el balón se sitúa en posiciones donde poder oxigenar la posesión. Ante el Athletic le faltó llegada, no pudo probar a Kepa, pero no fue un problema suyo. Sus compañeros de la delantera, Bongonda, Hjulsager y Beauvue, no encontraron la manera de dañar y crear huecos para la segunda línea del Celta.
Con un equipo que apenas logró salir de su campo, Jozabed fue el único que buscó, con sus milimétricos pases, la espalda de la zaga vizcaína. El sevillano lo hizo en tres ocasiones, tres balones en largo que llegaron de forma correcta a su destino. En su labor de presión fue capaz de arrebatar dos veces la pelota a sus rivales. Además de repartir 35 pases con un 80% de efectividad.
Su primera mitad, donde el Celta sí estuvo metido en el partido, es notable. Asistió a Bongonda y Beauvue, a los dos les ofreció dos buenos pases de gol que no supieron aprovechar. Su segundo acto se asemejó al del resto del equipo, era imposible luchar solo ante tanta apatía de sus compañeros. Cada minuto que juega en el Celta es un clamor al cielo para que el club haga un esfuerzo para retenerlo la próxima temporada. Jozabed quiere quedarse, el Celta no quiere gastar 5 millones de euros. Tocará negociar, pero el andaluz se sigue ganando seguir de celeste en la campaña próxima.