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Es Noticia
Sevilla Atlético
0-0
Cádiz

Sin ideas y sin gol, no es malo el empate

Álvaro García, en una acción ofensiva (Foto: Kiko Hurtado).
Francisco José Jiménez

El Cádiz visitaba al colista con la necesidad de ganar para romper su dinámica negativa. No hizo un mal partido, pero tampoco bueno y se tuvo que conformar con un punto que no le vale de mucho a corto plazo. El equipo sigue estando muy plano, sin ideas para crear peligro y con escasa puntería cuando se planta ante la portería contraria.

El partido comenzó con un ritmo alto. Los locales demostraban estar por encima de la media en la capacidad para tener el balón con criterio y el Cádiz hacía lo posible por recuperar y meterle el miedo en el cuerpo con alguna contra. El primer aviso lo daría a los 10 minutos en una buena combinación entre Álex Fernández y Álvaro García, con un cabezazo de éste que obligó a emplearse al portero Caro.
Con el paso de los minutos el dominio sevillista ya no era tan claro. El Cádiz ejercía una presión alta y dificultaba la salida del juego del equipo de Tevenet, pero cuando los sevillistas la superaban llegaban con cierto peligro al área de Cifuentes. Como ya se sabía, el Sevilla tenía jugadores talentosos como Mena, pero los de Cervera le cortaban las vías para llegar al gol.
Pudo adelantarse el equipo local con una buena acción de Carlos Fernández, que se creó un hueco para lanzar y Cifuentes impidió el tanto con una gran intervención. Corría la media hora de juego y el partido era como preveía Cervera: dominio del rival, con muchas llegadas al área y una atención constante para contener a un equipo muy bien dotado en el apartado técnico.
El Cádiz no inquietaba en exceso en el último tramo del primer periodo. El balón le duraba muy poco y cada vez que realizaba algún centro le faltaba acierto para darle la dirección y la fuerza necesarias. En defensa el equipo sufría por la movilidad de su oponente y daba la sensación de ir de más a menos, sin que hubiera hecho muchos méritos para superar a su oponente.
Fue un primer tiempo decepcionante de los cadistas, que tenían que mejorar mucho para salir de la dinámica negativa de resultados de las últimas semanas. El recurso de buscar las bandas se convertía en una obsesión y faltaba personalidad para intentar otras opciones viendo que los carriles estaban muy bien cubiertos por el filial sevillano.
La segunda mitad empezó con un partido roto desde casi el inicio y eso le venía bien a un Cádiz con problemas en la creación. Con dos toques se plantaba en el área de Caro y el portero evitó otro gol de Álvaro, que remató con la zurda en el minuto 59. El partido estaba muy abierto y Curro respondía a renglón seguido con un disparo lejano que salía cerca de la portería cadista.
Daba la impresión de que en un partido de dos equipos necesitados iba a ser fundamental el hecho de abrir el marcador porque se podía acusar mucho. Y casi lo consiguió el Sevilla en un centro lateral que fue rematado por Mena, solo, pero su remate se fue alto. Se esperaba un paso más de los amarillos para ir a por el partido y Cervera sacaba del campo a Álvaro García y a Barral para dar entrada a Perea y Moha.
Pasaban los minutos y el partido se crispaba. Cualquier acción terminaba en trifulca y el juego no destacaba por su calidad. El Sevilla insistía en no rifar el balón y el Cádiz ya sólo pensaba en hacérselo llegar a los de arriba como fuera. Un buen pase le metió Abdullah a Salvi en el minuto 78, pero cuando el sanluqueño lanzaba a la portería de Caro, un defensa se cruzó para evitar el tanto.
El gol podía caer en cualquier portería en cualquier momento, pero a los dos les costaba mucho verlo con claridad. Salvi era el mejor argumento cadista porque los cambios no estaban aportando mucho. Llegado al minuto 85 estaba por ver si el Cádiz se dedicaba a guardar el empate o si arriesgaría algo en busca de una victoria muy necesaria.
Al final no hubo posibilidad de conseguir algo más que un punto, algo que sabe a poco porque este Cádiz sigue sin dar buenas sensaciones. Tanto el entrenador como los jugadores tienen todo el crédito, pero es necesaria una reacción para disipar las dudas que quedan en el aire.
 

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