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Es Noticia
Cádiz
0-0
Numancia

Empate con sabor a victoria por culpa de Barral

Carrillo, en una acción del partido (Foto: Cristo García).
Francisco José Jiménez

El Cádiz empató contra el Numancia en un partido marcado por la absurda expulsión de Barral en el primer tiempo. El isleño le hizo un flaco favor a su equipo sacando el codo cuando ya tenía una amonestación. Pese a ello, el equipo de Cervera dio la cara hasta el final y sumó un punto que es una maravilla.

Ni cuatro minutos habían pasado desde el inicio cuando el Cádiz ya había tenido la primera ocasión. Un gran pase de Abdullah a Carpio se saldó con un centro muy peligroso que no encontró rematador. En esos primeros momentos el partido sólo tenía un dominador y era amarillo. El Numancia guardaba la posición, pero sufría mucho cuando el Cádiz robaba y salía. Dani Calvo estuvo a punto de marcar en su propia portería en el minuto 7 tras un gran centro de Salvi.
Al equipo se le veía con chispa y llegaba con relativa facilidad a la portería de Aitor Fernández. Abdullah dio otro aviso en el minuto 12 con un lanzamiento que se le fue alto. Al Numancia no le duraba mucho el balón en el centro del campo y cualquier pérdida era un drama para los sorianos porque el Cádiz salía con una enorme velocidad. En el primer cuarto de hora daba la impresión de que el gol tenía que llegar más pronto que tarde.
Sin el embargo, con el paso de los minutos las fuerzas se fueron igualando. Los sorianos empezaron a combinar mejor y al Cádiz le empezaba a costar recuperar la pelota y cuando ésta no pasaba por Salvi, el peligro no era tan claro a favor de los locales. Incluso pudo ser peor porque Lucas Bijker cometió una falta absurda que pareció penalti, pero el árbitro lo señaló fuera del área. En esa acción Cifuentes hizo una buena parada en el lanzamiento posterior de Íñigo Pérez.
Ya el Cádiz no mandaba en el partido y el Numancia daba señales de por qué es de los equipos más competitivos de la categoría. Diamanka empezó a imponerse en el centro del campo y aparecían mucho más los jugadores visitantes a través de Valcarce y Pere Milla. La cosa iba a peor y terminó de complicarse con la expulsión en el primer tiempo de Barral. Ya estaba amonestado y se marchó por un codazo. 
Un primer tiempo que había empezado muy bien terminó con la sensación de que el empate podía ser bueno ante un rival de nivel y con un jugador menos. Y todo por la innecesaria acción del isleño, que no demostró su veteranía en una jugada que hizo mucho daño al equipo.
La segunda parte había que afrontarla en inferioridad, pero en los primeros minutos no se notaba la diferencia. Cervera había dado entrada a Nico y Carrillo por Aitor y Romera y el equipo esperaba atrás, ordenado, mientras el Numancia tenía la pelota y llegaba a los tres cuartos del área cadista. Había que sufrir y sacar el máximo partido del balón parado.
El equipo, guiado por una afición espectacular, se vino arriba en el ecuador de la segunda parte. Recuperaba y salía a la contra y, de la mano de Salvi y Nico, creaba mucho peligro. Un buen pase del motrileño acabó en los pies de Carrillo, pero su disparo se marchó fuera por poco. Corría el minuto 70 y en ese momento los cadistas no tenían tan claro si era bueno el empate, algo que no se dudaba en el descanso tras la expulsión de Barral.
Cuando faltaba un cuarto de hora para el final, el equipo ofrecía algún síntoma de cierto cansancio y era lógico Le estaba aguantando el tipo a un rival que tampoco creaba excesivo peligro porque la concentración y la intensidad no faltaban en el equipo de Cervera. Higinio había dado el susto, pero era la excepción. Abdullah y Garrido se las estaban apañando mejor que bien para contener al rival en la medular.
Hasta el último momento estuvo el Cádiz intentando marcar. Con un hombre menos, pero impulsado por el Carranza no se podía descartar nada. Salvi, agotado, se había marchado para que entrara Moha Traoré. El triunfo se hizo imposible y en la prolongación el equipo optó, con buen criterio, por asegurar el empate. Lo logró y sabe a gloria.
 


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