Un estadio medio vacío donde sólo se escuchaba al cadismo

El Alcorcón anunciaba el viernes que no quedaban entradas para el encuentro ante el Cádiz, pero al final había poco más de 3.000 aficionados en el estadio de Santo Domingo, que dejaba ver muchísimas sillas vacías en un partido donde los locales se jugaban la permanencia. La postura del club madrileño de no vender más de 300 entradas a los cadistas puede ser lógica, pero al final ha quedado en evidencia su estrategia.

Los aficionados amarillos, que llegaron desde Madrid y otros puntos de la geografía española, silenciaron a los seguidores locales en muchas fases del encuentro y eso sirvió de gran estímulo para los jugadores del Cádiz, que se sintieron como en casa al oír perfectamente algunos de los cánticos que son habituales en el estadio Carranza.
El trato del Alcorcón hacia el cadismo hacia el cadismo ha sido exquisito en las redes sociales, pero esa postura de no vender entradas a los cadistas más allá de la grada acotada para la afición visitante no le ha terminado de funcionar. Al final el estadio estaba medio vacío y ha resonado con fuerza el ánimo de los seguidores gaditanos.