Carrasco, Griezmann y el calor de Simeone

"Sin palabras". A Diego Pablo Simeone le preguntan por la participación de Antoine Griezmann y responde así, con una media sonrisa. Más de incredulidad que de mofa, no lo malinterpreten. El francés, que hasta hace un año era el líder del Atlético de Madrid, no salió al terreno de juego hasta el minuto 90' a pesar de que al FC Barcelona solo le valía la victoria. Ansu Fati entró antes. El francés, de hecho, ni siquiera llegó a participar en ninguna jugada ofensiva.

En el lado contrario está Yannick Carrasco. Eléctrico, vertical, desequilibrante. Ya veníamos escribiendo en ElDesmarque que el belga había recuperado su mejor tono físico y que le estaba faltando puntería, pero que se le veía a un gran nivel. Lo demostró en el Camp Nou, donde fue el mejor del Atlético de Madrid y, probablemente, el mejor del partido. Provocó dos penaltis, mareó a Semedo y Piqué y fue un incordio constante para la zaga blaugrana, aunque una vez mas sus dígitos se quedaran a cero.

Griezmann, Carrasco y un regreso imposible

Y en esta tesitura, ¿qué pensará Griezmann de todo esto? ¿Se imaginan al francés haciendo un camino de vuelta similar al del belga, que se fue en febrero de 2018 y regresó al Metropolitano en enero de 2020? Parece difícil por mil y una causas, pero sólo el propio jugador de Macon sabe lo que pasa por su cabeza.

Hasta hace un año, Antoine Griezmann habría sido el líder ofensivo de Simeone en el Camp Nou. 12 meses, 135 millones y algunos partidos después, fue suplente por tercer partido en los últimos cuatro. Y lo más preocupante para él: Quique Setién dice que no le encuentra sitio en el equipo, que no puede sacar a Luis Suárez, que no quiere desequilibrar al equipo. Y que Ansu Fati está por delante de él.

En un lado líder; en el otro, la última opción, por si acaso suena la flauta. Carrasco volvió a tiempo de China. Griezmann, como pasó con Arda Turan, parece empezar a notar el frío que hace lejos del arropo Simeone.