Una pequeña parte de culpa

El Atlético de Madrid se marcha de Ipurúa como llegó. Miento: se marcha mojado (mucho), con una nueva derrota en su casillero, sumando un nuevo encuentro sin el brillo de Joao Felix y con nuevas cifras negativas alrededor. Todo mal, Simeone: la alineación, la ejecución... y la estrategia.

Para empezar: Simeone no tiene la culpa de perder a Trippier, Koke, Giménez, Costa y Lemar a su vez. Es evidente. Tampoco tiene la culpa de que el fichaje de Cavani se retrase -y parezca que no llega-. Ni tampoco tiene la culpa -o quizá sí- que Joao Felix no arranque. Ni casi se le espere en las próximas semanas.

La principal disputa, entonces, se centraría en el grado de culpa que corresponde a Simeone en la pésima estrategia colchonera durante el curso. El conjunto rojiblanco ha recibido, según los datos ofrecidos por Carrusel Deportivo, el 46% de sus goles desde el balón parado. Una auténtica calamidad.

Porque sin condenar a uno de los mejores técnicos del planeta, igual que el Atlético de Madrid fue reconocido como uno de los mejores equipos en defensa del mundo por Simeone, ahora él también debe tener una pequeña parte de culpa.

Por suerte para el aficionado colchonero, el mismo hombre que se sentó en sala de prensa para explicar que existía un espacio de transición, que su equipo necesitaba tiempo y que estos chicos, ni de lejos, son aquellos que compitieron un día por LaLiga Santander, también conoce sus déficits.

Diego Pablo Simeone no tiene toda la culpa, tendrá una pequeña parte. Pero a diferencia de algunos de los jugadores que saltaron al verde, sí tiene grabada en su chaqueta la palabra 'autoexigencia'.

Y si alguno acaba sumándose al carro, también tendrá 'una pequeña parte de culpa' el entrenador.